JERUSALÉN, 20 junio 2003 (ZENIT.org).- La Dirección de Antigüedades de Israel anunció el pasado miércoles que el supuesto osario de los restos del apóstol Santiago, lapidado el año 62 d.c., es falso.
La urna mortuoria, que contiene la inscripción «Jacob [es decir, Santiago], hijo de José, hermano de Jesús», acaparó la atención de la opinión pública cuando en noviembre pasado la «Biblical Archeology Review» se había interesado por ella.
El descubrimiento había creado polémica, pues según algunos desmentiría la posición de la Iglesia católica, según la cual, Jesús fue hijo único de la Virgen María.
El director de la Dirección de Antigüedades de Israel, Shuka Dorfman, afirmó al hacer público los resultados del estudio: «El osario es real. Pero la inscripción es falsa. Lo que significa es que alguien cogió una caja real y labró la escritura en ella, probablemente para darle una importancia religiosa».
Gideon Avni, presidente del Comité de arqueólogos que investigaron el osario, dijo a los periodistas que la conclusión era unánime.
El comité también descubrió que la piedra de la que fue tallada el osario era más típica de Chipre y el norte de Siria que del antiguo Israel.
La urna pertenecía al anticuario israelí Oded Golan, quien la había comprado en los años setenta. El año pasado, André Lemaire, epigrafista de la Sorbona, estudió el osario, por invitación de Golan, y concluyó afirmando su autenticidad.
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Jun 20, 2003 00:00