ROMA, 23 junio 2003 (ZENIT.org).- El domingo pasado, el cardenal Walter Kasper, presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, predicó en el marco de una celebración ecuménica en la Iglesia metodista del Puente Sant’Angelo, en el corazón de Roma.
El acto se celebró con motivo del tercer centenario del nacimiento del inglés John Wesley –el 17 de junio de 1703–, fundador del movimiento de predicación del Evangelio que dio origen a los metodistas.
Con las palabras «Hermanos, hermanas, amigos», el cardenal Kasper inició su predicación durante la cual trasladó a los participantes la bendición del Papa, porque «la unidad de la Iglesia está en su corazón».
El purpurado subrayó el diálogo que desde hace 36 años existe entre la Iglesia católica y los metodistas, «nuestros “partners” ecuménicos», según recogió la agencia «Ansa».
Igualmente señaló algunos aspectos del testimonio de Wesley válidos en el presente, como «la atención a los pobres» y «el anuncio del Evangelio de la esperanza».
En la celebración, coordinada por el pastor bautista Pieter M. Bouma, participó también el pastor Gianni Genre, el moderador de la mesa valdense, a la que se adhieren los metodistas italianos –unos 5.000, de los 80 millones de metodistas en todo el mundo–.
Escindidos del anglicanismo, los metodistas –entre los cuales existen distintas denominaciones– deben su principio a John Wesley y a su amigo Whitefield, quienes se encontraron en 1740 en Oxford.
Pretendían un nuevo método de perfección religiosa basándose en la oración, la lectura en común de la Biblia y la vigilancia recíproca. Su tendencia social y filantrópica les atrajo muchos seguidores.