CIUDAD DEL VATICANO, martes, 20 enero 2004 (ZENIT.org).- La adhesión al Tratado de Schengen y la puesta al día del sistema judicial vaticano: son las dos propuestas que el viernes lanzó el Promotor de Justicia del Tribunal de la Ciudad del Vaticano, el profesor Nicola Piccardi, en la apertura del 75º Año judicial.
«La amenaza del terrorismo internacional invita a la Santa Sede a adherirse al Tratado de Schengen, que no se refiere sólo a los controles de las fronteras, sino que intensifica el intercambio de información para la protección y la seguridad de las personas», recordó en su intervención.
«Actualmente –advirtió– no es posible afrontar realistamente las problemáticas de la jurisdicción sin tener en cuenta los vínculos de interdependencia entre los sistemas judiciales de los diferentes Estados».
En su opinión, el fenómeno del terrorismo internacional requiere «la conciliación de la libertad de circulación de las personas con el perfeccionamiento de medidas para proteger la seguridad». Es el contexto en el que debería examinarse atentamente «la adhesión del Estado de la Ciudad del Vaticano» al Tratado de Schengen.
Las normas del Acuerdo de Shengen –forman parte de la legislación de la Unión Europea– reglamentan la libre circulación de las personas en el interior del espacio europeo. Busca suprimir los controles en las fronteras interiores entre los Estados signatarios mientras que refuerza los controles en las fronteras exteriores.
Con el fin de conciliar libertad y seguridad, esta libre circulación se acompaña de medidas «compensatorias» por las que se trata de mejorar la coordinación entre los servicios de policía, aduanas y justicia y de adoptar las medidas necesarias para combatir, en particular, el terrorismo y la criminalidad organizada.
El profesor Nicola Piccardi indicó asimismo la necesidad de «ajustes» del sistema judicial vaticano, cuyas normas procesales en vigor se remontan a hace 60 años y piden ser adaptadas a los cambios de las «situaciones político-sociales internacionales».
También solicitó una ampliación de las competencias del «juez único» para aliviar al Tribunal vaticano de la carga de trabajo que, durante el 2003, ha registrado un incremento del 18% al 98% respecto a la media de los últimos 5 años. De hecho, ante los jueces vaticanos hay pendientes 567 causas civiles y 576 causas penales.
Sin embargo, Piccardi aclaró que estos datos no se refieren a un crecimiento de los litigios en el interior del Estado vaticano –con 527 ciudadanos y 492 residentes–: la gran mayoría de las causas civiles y penales están relacionadas con los peregrinos y turistas que el año pasado visitaron la Basílica de San Pedro y los Museos Vaticanos, cuyo número ronda los 18 millones de personas.