ROMA, jueves, 18 marzo 2004 (ZENIT.org).- El representante de Vladimir Putin ante el Vaticano ha asegurado, tras la visita del cardenal Walter Kasper a Moscú, que su gobierno busca la unidad de los cristianos y ha asegurado que no creará problemas a los sacerdotes católicos para trabajar en su Rusia.
Lo anuncia el embajador de la Federación Rusa ante la Santa Sede, Vitaly Litvin, en una entrevista publicada por el portal Korazym.
El embajador ruso considera que la visita del cardenal Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, ha sido positiva, pues ha permitido encontrar puntos de acuerdo.
En concreto, Litvin menciona «la creación de un grupo mixto bilateral para la solución de los problemas entre las dos Iglesias», «un acuerdo de intercambio de profesores de seminarios y academias», y «un intercambio sobre puntos de vista teológicos que tendrá lugar próximamente».
«Se puede decir –explica Litvin– que se ha ideado todo un programa para el desarrollo del diálogo interreligioso».
Sobre los contenidos del encuentro entre el patriarca Alejo II y el cardenal Kasper, , el 22 de febrero pasado, el embajador ha confirmado que se discutieron cuestiones ligadas a la actividad misionera de la Iglesia católica y a la petición de la Iglesia greco-católica en Ucrania de crear un patriarcado.
El embajador recuerda que, «según la visión del Patriarcado de Moscú, así como de otras Iglesias ortodoxas, sobre el territorio en el que ya existe un patriarcado no deben crearse otros».
Por lo que se refiere a las intenciones de Putin, el embajador Litvin confirma que «quiere la unidad entre los cristianos», así como la «involucración de su país en la realidad europea».
El embajador menciona «una declaración del Patriarcado de Moscú sobre la necesidad de tomar en consideración las raíces cristianas en el Tratado constitucional europeo que está siendo discutido. En este sentido, la posición de la Iglesia ortodoxa rusa y la de la católica coinciden y, en este campo, se pueden realizar acciones de ambas Iglesias».
«La unidad de los cristianos no está ligada solo al aspecto religioso, sino que tiene una visión más amplia» para Putin, aclara su representante ante el Papa. «Es necesaria un conocimiento mejor del Este y del Oeste, en un sentido amplio, que contribuya a favorecer también la unidad de los cristianos».
«Me refiero a la vida cotidiana, a la cultura, a la lengua, al pasado histórico común por ser cristiano», afirma el embajador.
Por lo que se refiere al problema de los visados de sacerdotes católicos (algunos de ellos expulsados por las autoridades rusas), el representante ruso ha dado una respuesta tranquilizadora.
«Actualmente no hay ningún problema de visados para sacerdotes católicos en el territorio ruso –afirma–. Es más, diría que varios sacerdotes católicos ya tienen el permiso de estancia para ejercer el ministerio pastoral en el territorio ruso. Esto demuestra que hay una mayor atención a su actividad pastoral».
«Quedan algunos problemas, pero son sólo burocráticos y administrativos y no afectan sólo a los católicos, sino también a los musulmanes o a los extranjeros. En definitiva, para todos. Pero los problemas administrativos se resuelven», concluye el diplomático.