El mismo ministerio de Educación de Islamabad ha reconocido y apreciado la obra de educación ofrecido en nombre de san Juan Bosco, ha explicado de paso por Roma, don Peter Zago, de la comunidad salesiana de Quetta en Pakistán.

En Pakistán hay seis salesianos, tres en Quetta y otros tres en Lahore, según informa ANS, la Agencia de Noticias Salesiana.

Quetta se encuentra a 100 kilómetros de una frontera con Afganistán, donde viven millares de refugiados afganos.

Los salesianos dirigen la parroquia de Quetta desde hace dos años, donde hay cerca de mil doscientos familias cristianas.

«Pero el trabajo va más allá de sus propios fieles, pues tienen un centro juvenil abierto a todos los jóvenes, especialmente a los jóvenes refugiados», afirma ANS.

Con la asistencia financiera del Rector Mayor de los Salesianos y de la «Bonn Mission Office» dirigen una escuela para 120 jóvenes y un «Learning Centre» para los refugiados Pashtun, Azari y Tajid de los campos de acogida.

Con la ayuda de «Misereor», obra de ayuda de la Iglesia en Alemania, los salesianos llevan adelante estos tres centros ayudando a 1800 jóvenes y son responsables de 50 profesores.

En la otra ciudad con presencia salesiana, Lahore, se encuentra el «Don Bosco Tech» con 104 estudiantes de los cuales 64 son internos, en su mayoría procedentes de familias católicas, el resto son de otras confesiones.

El reto más grande para los salesianos de Pakistán, dice don Zago, es «continuar trabajando con los pobres».

En estos años de trabajo salesiano en Pakistán, ya ha surgido la primera vocación a la vida consagrada, un novicio que ahora se encuentra en Cebú en Filipinas, donde ha hecho su primera profesión.