Se trataba de George Elias Khouri, de 20 años, estudiante de la Universidad Hebrea, a quien confundieron con un colono judío.
Khouri, que hacía ejercicio en una calle del barrio de la Colina Francesa, de Jerusalén, resultó herido el viernes en la cabeza y en el estómago y fue trasladado al Hospital Hadassah, donde murió.
Uno de los líderes de las Brigadas de al-Aksa ha atribuido este asesinato a un error.
El padre del joven, Elías Khouri, es un abogado que ha defendido a muchos palestinos ante los tribunales israelíes. En declaraciones a la radio del Ejército de Israel, afirmó: «Disparar contra inocentes, ya sean israelíes o palestinos, es un acto criminal que tiene que acabar».
La familia Khouri forma parte de los llamados «árabes-israelíes», palestinos con nacionalidad israelí que quedaron en su territorio cuando Israel proclamó unilateralmente su independencia en 1948, y constituyen el 20 por ciento de la población de Israel.