GÉNOVA, martes, 23 marzo 2004 (ZENIT.org).- El arzobispo de Génova ha anunciado que la archidiócesis está trabajando en la formación de un equipo de sacerdotes para atender a posibles casos de exorcismos, así como la creación de una auténtica «escuela de confesores».
La iniciativa, que ya había sido expuesta por el cardenal Tarcisio Bertone en el plan pastoral de la archidiócesis de estos tres años, publicado en septiembre, ha sido ahora detallada por él mismo en declaraciones publicadas este martes por el diario Avvenire.
El cardenal salesiano, que antes de ser nombrado arzobispo de Génova era secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, afirma que ha tomado estas decisiones en respuesta «a las justas exigencias presentadas por fieles laicos».
Ante todo, aclara, la archidiócesis ofrecerá «una formación más profunda» de los sacerdotes en el ejercicio del «ministerio de la reconciliación y del acompañamiento espiritual»
La necesidad de crear una «escuela de confesores» nace al constatar que «nuestro tiempo experimenta la necesidad de confesores preparados y padres espirituales auténticos, sobre todo en los santuarios y en las iglesias particularmente visitadas para las confesiones».
«Por desgracia, durante demasiado tiempo se ha dejado a la buena voluntad de cada uno y a sus talentos desde el inicio del Seminario la práctica de esta forma eminente de caridad pastoral», reconocía en el programa pastoral el arzobispo. «¡Ya no debe y no puede ser así!».
Los presbíteros, explica el cardenal Bertone, deben formarse en los argumentos que afectan a los hombres y mujeres de hoy, como son «el desarrollo de la ciencia médica, que plantea nuevas y complejas cuestiones».
En el marco de estas iniciativas de formación, el cardenal anuncia que se avanza en la creación de un equipo diocesano «especializado en el acompañamiento de las personas que experimentan síntomas difíciles de interpretar, ya sea desde el punto de vista espiritual o psicológico, ya sea en el marco de la problemática del exorcismo».
Subrayando la necesidad de un «previo discernimiento» en este delicado argumento, el purpurado italiano afirma que en caso de que se dé posesión diabólica, «la persona en cuestión será acompañada por un exorcista que pronunciará las oraciones del rito».
«Dada la experiencia de los exorcistas que ya se encuentran en varias diócesis», y en particular la del exorcista de la archidiócesis de Génova, el padre Eugenio Ferrarotti, quien recibe en todo momento y circunstancia peticiones de parte de todo tipo de personas, el cardenal anuncia que «no se publicarán los nombres de los exorcistas».
La archidiócesis ofrecerá a las personas la posibilidad de entablar un «contacto preliminar» que servirá a que los necesitados, según la ocasión, sean puestos directamente en contacto con «uno de los sacerdotes encargados de este ministerio».