CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 9 julio 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II ha nombrado a monseñor Santiago García Aracil como nuevo arzobispo de Mérida-Badajoz (España), según informó este viernes la Sala de Prensa de la Santa Sede.

En la actualidad es obispo de Jaén desde 1988, y sustituye en el cargo a monseñor Antonio Montero, que presentó la renuncia al Santo Padre el 28 de agosto al cumplir los 75 años de edad.

Monseñor Antonio Montero ha sido el primer arzobispo de Mérida-Badajoz tras la erección de la Provincia Eclesiástica y elevación a arzobispado metropolitano en 1994 de la antigua diócesis de Badajoz, según informa la agencia Veritas.

Monseñor Santiago García Aracil nació en Valencia el 8 de mayo de 1940. En la diócesis valenciana recibió la ordenación sacerdotal el 21 de septiembre de 1963. Fue nombrado obispo en 1984. Es licenciado en Teología por la Facultad de Teología San Vicente Ferrer, de Valencia.

En la Conferencia Episcopal Española preside la Comisión Episcopal de Patrimonio Cultural desde 1999. Es Fundador, en Valencia, del Centro de Estudios Universitarios (CEU), el año 1971. Es autor de varias publicaciones y de numerosos artículos en prensa. Como obispo de Jaén ha publicado volúmenes de magisterio episcopal correspondientes a cada año de episcopado.

Por su parte, monseñor Antonio Montero Moreno nació en Churriana de la Vega (Granada) el 28 de agosto de 1928. Fue ordenado sacerdote el 19 de mayo de 1951 y obispo el 17 de mayo de 1969. Doctor en Teología y licenciado en Historia de la Iglesia, obtuvo la graduación en Periodismo por la Escuela Oficial el año 1964.

Su relación con los Medios de Comunicación ha sido constante tanto durante su ministerio sacerdotal como episcopal. Fue subdirector, de 1953 a 1958, y director, de 1958 a 1967, de la revista Ecclesia, labor que compaginó durante unos años, de 1955 a 1969, con la dirección de la Editorial PPC. En la Conferencia Episcopal Española presidió la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social de 1978 a 1987 y de 1993 a 1999.

Durante el resto de los trienios de su episcopado ha sido miembro de la misma, como sucede actualmente. También ha sido miembro del Consejo Pontificio de MCS durante dos mandatos.

Es académico de la Real Academia de Extremadura de Artes y Letras desde 1997. El año 2001 recibió la Medalla de Extremadura y el Premio Bravo que otorga la Comisión Episcopal de MCS. Es Doctor Honoris Causa por la Universidad Pontificia de Salamanca desde el 25 de marzo de 2004.