Con este gesto, el pontífice quiere mostrar «su cercanía y solidaridad» con la población, afirma un comunicado enviado por «Cor Unum» a Zenit.
«El Santo Padre desea que la voz de los pueblos de Darfur sea escuchada y tomada en consideración y que sus derechos humanos fundamentales sean respetados», afirma la nota.
El arzobispo Cordes, acompañado del subsecretario del Consejo Pontificio «Cor Unum», monseñor Gianpietro Dal Toso, viajará el 22 de julio a Jartum, donde se encontrará con los máximos representantes de la Iglesia.
Entre otros, se entrevistará con los representantes de la Iglesia en el país, en particular, con el cardenal Zubeir Wako, arzobispo de Jartum, y con el arzobispo François Joseph Mamberti, nuncio apostólico en Sudán.
«Con la asistencia de las Naciones Unidas, monseñor Cordes viajará a la zona candente de Darfur, adonde cada vez es más difícil viajar a causa de los enfrentamientos, y visitará los campos de refugiados en Nyala», explica la nota.
Desde febrero de 2003, la región de Darfur, al oeste de Sudán, es escenario de un violento enfrentamiento entre dos grupos rebeldes –el «Movimiento para la Justicia y la Igualdad» (JEM) y el «Ejército-Movimiento de liberación de Sudán» (SLA-M)– y el ejército regular sudanés.
SLA-M y JEM se han alzado en armas contra Jartum, acusado de abandonar Darfur porque su población es mayoritariamente negra y de financiar a las milicias «Janjaweed» –salteadores árabes activos en la región occidental de Sudán–, que desde hace años siembran muerte y destrucción especialmente en las comunidades africanas Arana, Marsalit y Fura.
«Además de la guerra, también las condiciones de pobreza desesperada de estos «campos» produce víctimas –aclara «Cor Unum»–: según la ONU, más de cien muertos al día».
El Consejo Pontificio «Cor Unum», encargado de promover y organizar la obra asistencial de la Iglesia católica, ya ha enviado ayuda financiera a Darfur en nombre del Papa a través del Alto Comisionado para los Refugiados.
Asimismo, «Cor Unum» exhorta a responder al llamamiento conjunto de Caritas Internationalis y Action by Churches Together, quiens han lanzado una petición urgente de 18 millones de dólares estadounidenses para auxiliar a la población del país africano.