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Su Excelencia:
El reciente acuerdo entre el gobierno de Jartum y el Ejército Popular de Liberación del Sudán-Movimiento Popular de Liberación del Sudán (SPLA-SPLM) ha abierto posibilidades favorables a la paz y el desarrollo en el país. Sin embargo, la dramática situación humanitaria en Darfur, que ha provocado clamorosas protestas, es fuente de gran preocupación para Juan Pablo II. A través de Su Excelencia, el Santo Padre quiere enviar su saludo a la querida comunidad católica y a todas las poblaciones de Sudán que se encuentran bajo la angustia y la necesidad, especialmente en la región de Darfur y asegurarles su cercanía, solidaridad y oraciones, en particular por los refugiados, que sufren a causa del actual conflicto y de sus graves consecuencias.
El Santo Padre espera que todos los habitantes de Darfur reciban la ayuda humanitaria que necesitan, particularmente en la inminente temporada de lluvias, durante la cual su supervivencia será aún más difícil. Confía en que las autoridades sudanesas, en colaboración con la comunidad internacional, intensifiquen sus esfuerzos para llegar a una solución justa para Darfur. Esto sucederá cuando la voz de los pueblos de Darfur sea escuchada y reconocida y cuando se respeten sus derechos humanos fundamentales, especialmente el derecho a la vida, a la libertad política y religiosa, y a la existencia pacífica en sus territorios.
El reconocimiento de los derechos de los diferentes pueblos de Sudán permitirá que todos los ciudadanos del país, sin distinción, ofrezcan su propia aportación a la construcción de una sociedad justa, basada en la solidaridad y en el bienestar de todos y cada uno de sus miembros. En particular, el respeto por las legítimas autoridades locales garantizará que las confrontaciones y problemas de Darfur no se difundan o se intensifiquen, haciendo vano el resultado de los acuerdos de paz entre el norte y el sur, a los que se ha llegado tras largas y difíciles negociaciones.
El Santo Padre invoca cordialmente su bendición apostólica para su misión y para el querido pueblo de Sudán, pidiendo a Dios Todopoderoso que ofrezca sus bendiciones de justicia, unidad y solidaridad.
Asegurándole mis oraciones por su visita a Sudán, y con mis cordiales saludos y mejores deseos, quedo suyo afectísimo en Cristo,
Cardenal Angelo Sodano
Secretario de Estado de Su Santidad
[Traducción del original inglés realizada por Zenit]