En declaraciones a la asociación Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), el prelado caldeo explica que «este centro nos ha ayudado a reafirmarnos, incluso entre los obispos ortodoxos. Nuestros estudiantes aprenden a vivir en fraternidad cristiana».
En el año académico 2003-2004, la institución contó con 138 estudiantes, y monseñor Isaak prevé que pronto su número aumente.
En cuanto a la situación actual del país, el prelado confiesa: «No soy pesimista. En estos momentos, hay un vacío (de poder) en Irak, y la seguridad es el principal reto actual. Sin embargo, y a pesar de que hay muchos terroristas extranjeros activos en el país, no se puede hablar de una guerra de religiones».
«La mayoría de los iraquíes, tanto cristianos como musulmanes, no desean un régimen islámico fundamentalista», concluye.