Monseñor Andreatta encabeza la expedición «K2-2004-50 años después», que ha llegado a la cima justo cincuenta años después que otra expedición italiana llegara a la cumbre.
Los escaladores de las cumbres del Himalaya tienen un dicho palmario: «El Everest es la montaña más alta y el K2 la más difícil».
En el campo de base se celebró una celebración eucarística con el grupo de alpinistas. La Cruz del Jubileo ya ha sido colocada anteriormente por la Obra Romana de Peregrinaciones en el Polo Norte, en el Polo Sur y en el Mont Blanc.
La base Concordia, situada a 4.800 metros de altura, ofrece «una panorámica espectacular, rodeada de las cimas más altas del Karakorum, y presentar un K2 estupendo, soberbio y difícil», decía mientras escalaba monseñor Andreatta.
Aparte de la Cruz del Jubileo, también en ocasión se ha instalado en la cumbre del K2 la bandera blanca y amarilla del Vaticano.
La Obra Romana de Peregrinaciones, que cumple 70 años de vida, es una actividad institucional de la diócesis de Roma, que depende directamente del obispo vicario del Papa, el cardenal Camillo Ruini. Su objetivo es promover y organizar peregrinaciones y otras iniciativas de piedad cristiana.