La escultura es una pequeña talla de madera que perteneció a un sevillano, Juan Martínez Montañés. Se le llama el Niño Cautivo pues en su viaje de España a México, cayó en manos de filibusteros y estuvo preso, junto con su porteador, Juan Sandoval Zapata, en Argel.
Rodeada de numerosas fotografías de hombres, mujeres y niños, esta imagen, que llegó a México hacia el año de 1622, ofrece ayuda y alivio espiritual a las familias de quienes han sido secuestrados, en la intensa ola de crímenes que se ha abatido sobre la capital desde hace al menos tres años.
Según ha dicho a medios de prensa el sacristán mayor de la Catedral, José de Jesús Aguilar, a pesar de los más de cuatro siglos que llevaba la imagen en ese sitio, no fue sino hasta 2001 cuando se le empezó a venerar como intercesora ante Dios por la salud de los secuestrados.
México, según se ha consignado en otros servicios de Zenit, se ha convertido, paulatinamente, en uno de los países más inseguros del mundo, y ocupa hoy el segundo lugar en número de secuestros, tan sólo detrás de otro país de América Latina, Colombia.
Las autoridades políticas de México, a raíz de la inmensa marcha ciudadana contra la delincuencia el pasado 27 de junio, han comenzado a implementar una serie de medidas tendientes a mitigar un poco la zozobra que viven los 105 millones de habitantes del país.
Por orden presidencial, se han derivado recursos especiales por cerca de 100 millones de dólares para combatir el hampa que, según cifras extraoficiales, cada año perpetra alrededor de tres mil secuestros, sin contar los llamados secuestros-exprés, en lo que la víctima es privada de su libertad por unas horas hasta obtener rescates por ella del orden de los mil a los diez mil dólares.
Hasta el momento, según consta en los archivos de la Catedral Metropolitana, se han dado 12 casos de liberación de secuestrados atribuidos a la intercesión del Niño Cautivo, lo que ha propiciado que muchas familias se arremolinen a diario en su entorno para pedirle por sus seres queridos en manos de los secuestradores.