MILÁN, lunes, 6 septiembre 2004 (ZENIT.org).- Ante el terrorismo que golpea Beslán, Madrid o Nueva York la humanidad no puede responder dividida, considera el obispo ortodoxo de la ciudad rusa en cuya escuela han muerto al menos 335 niños y adultos.
El eparca Feofan Azhurkov de Stravropol y Vladikavkaz participó este domingo en la apertura del encuentro «Religiones y culturas» que reúne en Milán a más de 350 representantes religiosos y a exponentes de la culturas de todo el mundo por iniciativa de la Comunidad de San Egidio.
«Aquí hay una enseñanza para toda la humanidad», destacó el eparca, que depende del Patriarcado de Moscú.
«La humanidad no tiene otra opción que unirse para que no pase el terror y eliminar todas las situaciones que lo crean. Esto está por encima de cualquier otra diferencia», afirmó el prelado.
«Al tener noticia del secuestro, llegué a Beslán en treinta minutos ofreciéndome como mediador, pero se rechazó el diálogo», revela el obispo Azhurkov.
El eparca precisó: «Me dirigí varias veces a los terroristas, pero por parte de ellos no hubo ninguna petición, ningún diálogo, habían condenado todos a muerte», señala.
«¿Se puede llamar liberador a quien comete estos actos? ¿Luchar por la libertad a través de la muerte de niños? Quien trató de huir fue fusilado por la espalda. Yo mismo cerré los ojos a varios niños asesinados así. ¿Cómo puede llamarse liberador quien así actúa?, se preguntó Azhurkov.
El prelado ortodoxo expresó gratitud a la Santa Sede «por el importante apoyo moral que nos dio en esto días», antes de pedir un minuto de silencio por las víctimas de Beslán.
El encuentro «Religiones y culturas» lleva este año por lema «La valentía de un nuevo humanismo». Busca continuar con el «espíritu de Asís», fruto del histórico encuentro por la paz promovido por Juan Pablo II en 1986.