CASTEL GANDOLFO, lunes, 6 septiembre 2004 (ZENIT.org).- Publicamos las palabras del videomensaje que Juan Pablo II dirigió a unos 40.000 jóvenes de la Acción Católica que participaron en una vigilia de fiesta, testimonio y oración en Loreto. Las pronunció el jueves anterior ante una delegación de cuarenta jóvenes europeos que le entregaron «El compromiso», la carta europea preparada por los jóvenes cristianos de Europa el pasado 7 agosto, al final de su peregrinación a Santiago de Compostela.
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Queridos jóvenes amigos:
1. Os acojo con agrado y os saludo con gran afecto. Os doy las gracias de corazón por vuestra presencia y por este importante signo de comunión. Agradezco de manera especial a la chica que ha hablado en nombre de todos. La «Carta de los jóvenes cristianos de Europa» que habéis venido a entregarme ha surgido de la reciente peregrinación juvenil europea a la tumba del apóstol Santiago, en Santiago de Compostela, un punto significativo de convergencia, gracias al cual los pueblos del continente, en el transcurso de los siglos, han aprendido a conocerse y a aceptarse recíprocamente contribuyendo así a la formación de Europa.
2. Ser testigos de Cristo para construir una Europa de la esperanza. Éste es el mensaje que tenéis que lanzar urgentemente a vuestros coetáneos y toda la comunidad europea de hoy. El sueño que lleváis en el corazón es el de una Europa orgullosa de su rico patrimonio cultural y religioso, y atenta al mismo tiempo a los valores del hombre y de la vida, de la solidaridad y de la acogida, de la justicia y de la paz.
Vosotros no os avergonzáis del Evangelio, y sois conscientes de que la civilización del amor se construye no separando el Evangelio de la cultura, sino buscando en ellos síntesis siempre nuevas.
Este es el camino que hay que recorrer para dar vida a un Continente rico sobre todo de valores, capaz de memoria, para no olvidar los errores del pasado y, más aún, para fortalecer las propias raíces espirituales.
3. Para llevar a cabo esta misión vuestra son necesarias la fidelidad a Cristo y a su Iglesia, coherencia y valor incluso hasta el heroísmo de la santidad. Es el itinerario que han recorrido los santos y las santas de Europa en los siglos pasados. Que su testimonio sea un estímulo para cada uno de vosotros, queridos jóvenes que me seguís a través de la radio y la televisión. Vele sobre vosotros la Virgen María, que en la humilde casa de Loreto ha acogido, durante siglos, innumerables peregrinos provenientes de todas partes de Europa.
El Papa se une a vuestra oración; y, mientras os anima a dar con franqueza testimonio de Cristo, os bendice de corazón.
[Traducción del original italiano realizada por Veritas Veritas]