Cardenal de Londres: El asesinato de la cooperante en Irak viola la «misericordia musulmana»

Pide que se devuelva el cuerpo de Margaret Hassan a su marido

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WESTMINSTER/BAGDAD, miércoles, 17 noviembre 2004 (ZENIT.org).- Con «tristeza y horror» ha acogido el cardenal Cormac Murphy-O’Connor –presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Inglaterra y Gales y arzobispo de Westminster– la noticia difundida el martes del asesinato de la cooperante británico-irakí Margaret Hassan, quien había sido secuestrada en Bagdad el pasado 19 de octubre.

«L’Osservatore Romano», diario de la Santa Sede, en su edición italiana de este jueves también pronuncia una durísima condena de este «rito macabro» con el que los terroristas acaban con vidas humanas en Irak.

La señora Hassan, británica nacida en Dublín (Irlanda) hace 59 años, estaba casada con un iraquí –Tahsin Hassan– y tenía la doble nacionalidad.

Dirigía desde hace diez años en Irak –donde residía desde hace treinta– los programas de solidaridad de la asociación sin ánimo de lucro «Care International», una de las organizaciones independientes más importantes en proyectos de ayuda al desarrollo, presente en 72 países.

Tras su secuestro, el canal de televisión de Qatar «Al Jazira» difundió varios vídeos de la desaparecida: aparecía sentada, aterrorizada y suplicando no ser decapitada.

El martes pasado el ministro de Exteriores del Reino Unido, Jack Straw, declaró que Margaret Hassan «probablemente ha sido asesinada».

Al parecer, Tashin Hassan ha visto un vídeo con imágenes de la muerte de su esposa. Según «Europa Press», la citada televisión qatarí ha confirmado que dispone de una cinta donde se ve a «un hombre armado que está disparando a una mujer con los ojos vendados que parece Margaret Hassan».

Un comunicado enviado este miércoles por la archidiócesis de Westminster a Zenit confirma que, en cuanto supo la noticia, el cardenal Murphy-O’Connor llamó a la hermana de la fallecida, Deirdre Manchanda, feligresa de esa circunscripción eclesiástica.

«No puedo expresarle lo triste que me siento por usted y su familia –le dijo–. Margaret es una mártir de la bondad, verdad y generosidad. Dedicó su vida a los demás; siempre será recordada por esto».

Describiendo el asesinato como una «violación del más básico valor de la misericordia musulmana», el purpurado ha pedido que el cuerpo de Margaret Hassan sea devuelto a su marido.

La semana pasada el arzobispo de Westminster había lanzado un llamamiento a los secuestradores pidiendo piedad hacia la secuestrada y su liberación.

En una declaración conjunta los familiares de Margaret Hassan «aceptan la muerte de la mujer» y reconocen que sus corazones «están destrozados por el dolor», cita «AsiaNews».

«Los que la apresaron, ¿qué han obtenido? –expresó Tahsin Hassan–. Necesito recuperarla para que descanse en paz. Margaret dedicó toda su vida al pueblo iraquí. Por favor, quien la secuestró puede llamarme; hacedme saber cómo puedo recuperarla».

«Care International» está presente en Irak desde el final de la Guerra del Golfo de 1991 con intervenciones de emergencia, ayuda sanitaria y potabilización del agua. A partir del secuestro de Margaret Hassan, la organización humanitaria suspendió toda actividad en el país.

Desde los primeros días, buena parte del mundo islámico se alineó a favor de la voluntaria secuestrada. «Mi esposa es querida por todos», decía Hassan poco después de su desaparición, poniendo de relieve que la organización humanitaria para la que trabajaba «ayuda al pueblo iraquí desde hace 30 años».

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ZENIT Staff

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