CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 21 noviembre 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II animó este domingo a los laicos a «asumir con más decisión» su tarea específica de anunciar el Evangelio en los diferentes campos de la sociedad al rezar la oración mariana del Ángelus.
«La animación evangélica del orden temporal es un deber de todo bautizado, en particular de los fieles laicos, explicó el pontífice al dirigirse a los miles de peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro del Vaticano en una mañana fresca, pero soleada.
En ese día, en el que la Iglesia celebraba la solemnidad de Cristo Rey, según recordó el Papa, se celebraban los cuarenta años de la promulgación de uno de los documentos centrales del Concilio Vaticano II, la constitución dogmática «Lumen gentium».
Este texto, firmado por el Papa Pablo VI, «ha supuesto un hito en el camino de la Iglesia por las sendas del mundo contemporáneo y ha estimulado al Pueblo de Dios a asumir con más decisión sus responsabilidades en la edificación de ese Reino de Cristo que sólo tendrá su cumplimiento pleno más allá de la historia», consideró.
La «Lumen gentium» fue aprobada el 21 de noviembre de 1964 por 2.151 votos a favor y 5 en contra. Su nombre está tomado de su introducción en latín: «Por ser Cristo luz de las gentes».
El obispo de Roma aseguró desde la ventana de su estudio que en esta tarea los laicos cuentan ahora con una nueva ayuda, el «Compendio de la doctrina social de la Iglesia», que en el mes de octubre ha publicado el Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, al que dio las gracias por esta aportación.
«Todo empeño humano, sin embargo, para alcanzar el objetivo debe apoyarse en la oración», explicó por último.