ROMA, martes, 23 noviembre 2004 (ZENIT.org).- El primer congreso que agrupa religiosos y religiosas de todo el mundo en Roma ha comenzado con una apuesta por una vida religiosa más profética, menos instalada en sí misma y más cercana a los pobres.
En total son 847 participantes, de los cuales la mayoría son 120 italianos, 114 españoles, 86 de Estados Unidos, 37 de Brasil, 32 de Francia, 29 de irlanda y 18 alemanes.
«La vida consagrada logrará superar su crisis sólo si entra en el proceso de evangelización de sí misma», recalcó en la sesión inaugural sor Therezinha Rasera, presidente de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG).
«Ninguno de nuestros institutos tuvo origen para ser la continuidad de una situación estática, sino que por el contrario buscaron rescatar la opción por los pobres», añadió.
Estamos llamados a vivir una vida consagrada «con sed de Dios y motivada constantemente a practicar la misericordia», concluyó.
La teóloga española Dolores Aleixandre, de las Religiosas del Sagrado Corazón de Jesús, propuso en la primera ponencia congresual la imagen de la samaritana y la del buen samaritano como iconos para la vida religiosa.
Aleixandre hizo hincapié en la necesidad de estar al lado del prójimo, entendiéndolo desde la óptica de Jesús: «No te toca a ti decidir quien es tu prójimo, sino más bien ser prójimo de todo ser humano que se encuentra en la necesidad».
La teóloga jugó con la imagen de la samaritana y explicó que si ésta hablara hoy a la vida religiosa diría: «no tengáis miedo de reconocer la sed que hay en vosotros, y no os engañéis creyendo que vuestra condición de consagrados os exime de la precariedad y de la vulnerabilidad que caracterizan a todo ser humano».
Dolores Aleixandre imaginó que si el buen samaritano del Evangelio hablara hoy, sugeriría a la vida consagrada «no os olvidéis de que la razón de ser es generar cohesión, facilitar estructuras de encuentro».
A los religiosos y religiosas de hoy, sor Dolores Aleixandre propuso que tengan la valentía para no «escapar cuando la vida os hace vivir situaciones de desestabilización y de crisis».
La directora de Vidimus Dominum, el portal oficial del Congreso, sor Caterina Cangià, comunicó que el lunes la página web recibió mil accesos, lo que demuestra el interés del encuentro.
El congreso «Pasión por Cristo, pasión por la humanidad», se celebra en el Hotel Ergife de Roma hasta el próximo sábado 27 de noviembre, día en que Juan Pablo II recibirá a los participantes junto a los religiosos de Roma.