CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 28 noviembre 2004 (ZENIT.org).- Publicamos la intervención pronunciada por Juan Pablo II este domingo desde la ventana de su estudio antes de rezar el Ángelus junto a varios miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano.

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1. Comienza hoy, primer domingo de Adviento, un nuevo año litúrgico, durante el que contemplaremos con particular fervor el rostro de Cristo presente en la Eucaristía. Jesús, Verbo encarnado, muerto y resucitado, es el centro de la historia. La Iglesia lo adora y descubre en él el sentido último y unificador de todos los misterios de la fe: el amor de Dios que da la vida.

2. Precisamente en estos días, en Italia, comienza el camino de preparación al vigésimo cuarto Congreso Eucarístico Nacional, que se celebrará en Bari del 21 al 29 de mayo de 2005. «Sin el domingo no podemos vivir», es el tema de este importante encuentro eclesial que, por providencial coincidencia, realza aún mas al Año de la Eucaristía.

Invito a la comunidad eclesial de Italia a prepararse con gran cuidado para esta cita espiritual redescubriendo «con nueva fuerza el sentido del domingo: su "misterio", el valor de su celebración, su significado para la existencia cristiana y humana» (carta apostólica «Dies Domini» , 3).

3. Que María santísima, «mujer eucarística» y virgen del Adviento, nos ayude a disponernos para acoger con alegría a Cristo que viene, y a celebrar dignamente la presencia sacramental del misterio eucarístico.

[Traducción del original italiano realizada por Zenit]
Saludo a los peregrinos de lengua española, especialmente a los fieles de las parroquias de San Antonio, San Francisco y la Asunción, de Murcia. Os exhorto a continuar el camino hacia el encuentro con Cristo en este tiempo de Adviento ¡Gracias!