CIUDAD DEL VATICANO, martes, 1 febrero 2005 (ZENIT.org).- En el nuevo contexto que plantea la globalización, Juan Pablo II lanzó este martes un llamamiento para que la enseñanza de la religión católica sea reconocida en todas las escuelas.
Así se puede leer en el mensaje que ha enviado a la Congregación para la Educación Católica, institución vaticana que tiene autoridad sobre la enseñanza de las escuelas católicas, con motivo de su sesión plenaria celebrada en Roma.
«En el contexto de la globalización y del cambiante cruce de pueblos y culturas, la Iglesia experimenta la urgencia del mandato de predicar el Evangelio y entiende vivirlo con renovado ímpetu misionero», escribe el pontífice.
«Por tanto, la educación católica se presenta, cada vez más como el fruto de una misión que debe ser «compartida» por sacerdotes, personas consagradas y fieles laicos», pide la misiva.
«En este horizonte se enmarca el servicio eclesial que ofrecen los profesores de religión católica en la escuela», añade.
«Su enseñanza contribuye al desarrollo integral de los estudiantes y al conocimiento del otro en el recíproco respeto», consta el obispo de Roma.
«Por este motivo, es sumamente vivo el deseo de que la enseñanza de la religión sea reconocida en todos los lugares y tenga un papel adecuado en el proyecto educativo de las instituciones escolares», concluye.
El Santo Padre afrontó este mismo argumento el 24 de enero en el discurso que dirigió a un grupo de obispos españoles recordó que «la juventud tiene derecho, desde el inicio de su proceso formativo, a ser educada en la fe».
«La educación integral de los más jóvenes no puede prescindir de la enseñanza religiosa también en la escuela, cuando lo pidan los padres, con una valoración académica acorde con su importancia», indicaba.