SANTIAGO DE CHILE, viernes, 29 abril 2005 (ZENIT.org).- Los obispos de Chile han expresado su preocupación por las diferencias sociales que alcanzan «niveles escandalosos», en una declaración publicada al concluir la 89 Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal.
Los prelados han hecho un llamamiento a los católicos chilenos a ejercer, con responsabilidad cívica madura, el propio juicio crítico y evangélico frente a las diferentes propuestas de gobierno de los candidatos presidenciales, que -a juicio de los pastores- deben ser encaminadas a promover el bien común, especialmente de los más desvalidos.
En el documento publicado tras el encuentro celebrado la semana pasada en Punta de Tralca, los obispos consideran sano para el país, que los candidatos presenten clara y oportunamente sus proyectos de gobierno, para que los ciudadanos puedan discernir convenientemente su voto.
Al mismo tiempo, afirman los obispos, la libertad de conciencia que asiste a los católicos en orden a las opciones políticas, y sostienen que este período preelectoral puede ser un tiempo particularmente rico y significativo para la democracia y la corresponsabilidad ciudadana.
El tema de los próximos comicios no es el único que aborda la declaración, que lleva por título «Hemos visto al Señor…» y que fue dada a conocer este martes, en conferencia de prensa, por el Obispo de Rancagua y Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, monseñor Alejandro Goic; junto al Obispo auxiliar de Santiago y Secretario General del Episcopado, monseñor Cristián Contreras Villarroel.
Los obispos expresan además su preocupación por quienes «sufren la injusticia de un salario, jubilación o montepíos insuficientes, y los efectos de una pobreza persistente».
Explican que en Chile las diferencias sociales, manifestadas en calidad de vivienda, acceso a bienes de consumo, salud, educación, salario, etc., «alcanzan niveles escandalosos, mientras la equidad y la globalización de la solidaridad siguen siendo un desafío que aún espera respuestas urgentes».
Recordando la exhortación que hizo el Papa Juan Pablo II en su paso por Chile hace 18 años, los pastores invitaron a incentivar los programas encaminados a superar la pobreza y a implementar caminos de mayor equidad.
Sin embargo, los obispos constatan, con esperanza, que en nuestra patria, en varios ámbitos siguen manifestándose signos vigorosos de vida (mayor acceso a la justicia, entendimientos que ayer parecían imposibles, crecimiento económico y desarrollo estructural, más equidad en la educación, etc.).