Los obispos de Sri Lanka inauguran las visitas «ad limina» a Benedicto XVI

Los de Tanzania fueron los últimos en visitar a Juan Pablo II

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CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 2 mayo 2005 (ZENIT.org).- Los obispos de Sri Lanka inauguraron este lunes los encuentros personales con Benedicto XVI con motivo de su visita «ad limina apostolorum».

Entre los siete obispos a los que recibió en audiencia privada y separada, se encontraba monseñor Oswald Thomas Colman Gomis, arzobispo de Colombo, acompañado por el obispo auxiliar, monseñor Vincent Marius Joseph Peiris.

Los otros obispos ceilandeses recibidos sucesivamente han sido Norbert Andradi, O.M.I., de Anuradhapura; Julian Winston Sebastian Fernando, S.S.S., de Badulla; Frank Marcus Fernando, de Chilar con su coadjutor Warnakulasurya Wadumestrige Devasritha Valence Mendis; y Harold Anthony Perera, obispo de Galle.

El 7,09% de los más de veinte millones de habitantes de Sri Lanka es católico.

El Papa Benedicto XVI continúa así con las audiencias a obispos del mundo que venía concediendo Juan Pablo II en los últimos meses de su vida. Los últimos obispos que visitaron al Papa Juan Pablo II, en el hospital Agostino Gemelli, fueron los de Tanzania el 11 de marzo.

La visita «ad limina» de un grupo de obispos españoles quedó interrumpida con motivo de la hospitalización del Papa Karol Wojtyla.

Los orígenes históricos de la «visita ad limina» datan del siglo IV, aunque fue el Papa Sixto V en 1585 quien la institucionalizó. En la actualidad, se define en los cánones 399 y 400 del Código de Derecho Canónico.

Según esta legislación de la Iglesia, los obispos diocesanos deben visitar las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo en Roma, encontrarse con el sucesor de Pedro y presentar un informe o relación de sus respectivas diócesis cada cinco años, aproximadamente.

El significado de esta disposición consiste en manifestar la unidad y la comunión de los sucesores de los apóstoles con el sucesor de san Pedro y de las Iglesias locales con la Iglesia primada de Roma.

El momento principal de la visita lo constituye la entrevista personal que el Papa mantiene con cada uno de los obispos y la posterior audiencia y discurso papal a los distintos grupos de obispos. En estos discursos, el Papa subraya las urgencias pastorales de las distintas Iglesias particulares.

En el transcurso de la «visita ad limina», los obispos han de visitar también distintos dicasterios y organismos de la Curia romana.

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ZENIT Staff

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