ROMA, viernes, 20 mayo 2005 (ZENIT.org).- La «amenaza» de la pornografía y la vulnerabilidad de los niños ante el fenómeno reclama una respuesta no sólo de condena, sino que hay que enfrentarlo con un diálogo continuo con el mundo de la comunicación, el cine, las autoridades y el público, alertó este jueves el presidente del Consejo Pontificio de las Comunicaciones Sociales.

Durante la presentación en Roma del 4º Informe sobre la pornografía en Italia --realizado por «Eurispes» con el patrocinio del dicasterio vaticano--, el arzobispo John Patrick Foley recordó las grandes posibilidades de conocimiento e información que brinda el veloz desarrollo del mundo de la comunicación, pero éste es también vehículo para «crear nuevos modelos de comportamiento, no siempre edificantes para la dignidad» humana.

El informe evidencia el «mercado» de la pornografía en continuo crecimiento, tanto en tiendas como en publicaciones, si bien la televisión de pago, el vídeo doméstico y la transmisión «on line» registran los mayores niveles de facturación. Y cada vez conquistan más cuota de negocio los video-teléfonos celulares.

Dos tercios de los chavales del país --entre 15 y 18 años-- acceden a material pornográfico impreso u «on-line», revela el informe. Además, lanza la alarma sobre la cantidad de menores (de edades tempranísimas) utilizados en los sitios de Internet pornográficos.

«Es de esperar que este último estudio de “Eurispes” contribuya a formar ciudadanos responsables no sólo para vivir en una estructura comunicativa legal que proteja a los jóvenes, sino también para ejercer ese autocontrol y juicio maduro que podrá privar a los pornógrafos de su mercado», expresó el prelado, según recoge el servicio de información «Sir» del episcopado italiano.

En su opinión, «Eurispes» ha ofrecido «una notable contribución para arrojar luz sobre la alarmante difusión de una práctica tan degradante, pero lamentablemente considerada rentable, como la pornografía».

«En este contexto los más vulnerables son los niños, los jóvenes, que pasan muchas horas ante la televisión, que navegan por Internet», advirtió en su intervención, informa el dicasterio a Zenit.

De ahí que sea necesario «que exista una verdadera pedagogía en tal sentido por parte de la familia, de la escuela y de la sociedad --apuntó--, apelando a la responsabilidad personal de los profesionales que trabajan en el campo de la comunicación, estableciendo códigos éticos precisos, inspirados en el respeto de la dignidad humana, del bien común y orientados al desarrollo de la persona humana».

Y es que «la pornografía pervierte las relaciones humanas, se basa en la explotación de las personas, crea actitudes antisociales, anula el sentido moral y no puede llevar a relaciones maduras, pues se basa en el egoísmo y crea una auténtica dependencia», recordó el arzobispo Foley.

Considera que «ante una amenaza tal para una sana formación de la persona humana» todos estamos llamados a reaccionar.

Pero no «con una actitud que sea sólo de censura y condena» --prosigue--, sino que hay que «responder al problema instaurando un diálogo continuo con el mundo de la comunicación, con las industrias cinematográficas que determinan la difusión de actitudes y modas, con las autoridades estatales, y sobre todo con el público, para que sepa discernir y elegir».

Ante la difusión de la pornografía, ya en 1989 el Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales publicó el documento «Pornografía y violencia en las comunicaciones sociales. Una respuesta pastoral».

El Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales «Eurispes» es una entidad sin fin de lucro que trabaja desde 1982 en el terreno de la investigación política, económica, social y de la formación. Realiza informes e investigaciones por encargo de empresas, entes públicos y privados, instituciones nacionales e internacionales.

A la vez promueve y financia autónomamente investigaciones sobre temas de gran interés social, actividades culturales, iniciativas editoriales, proponiéndose como centro autónomo de información y orientación de la opinión pública y de las grandes áreas de decisión de Italia.