CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 12 mayo 2005 (ZENIT.org).- En su primer discurso al Cuerpo Diplomático, Benedicto XVI lanzó una señal de apertura a aquellos países que no tienen relaciones con la Santa Sede.

El pontífice dirigió «un saludo deferente a las autoridades civiles de esos países, formulando el deseo de verles representados cuanto antes ante la Sede apostólica».

Escuchaban las palabras del Papa representantes de 174 países acreditados ante la Santa Sede, así como al representante de la Federación Rusa, de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), y de la Orden de Malta. Los últimos países en entablar relaciones con Roma han sido la República de Timor Oriental y el Emirato de Qatar.

Entre los países que no mantienen relaciones con el Vaticano, se encuentran China, Vietnam, Corea del Norte, Arabia Saudí.

El Papa agradeció el que algunos de los países que no mantienen relaciones con el Vaticano «se han asociado a las celebraciones con motivo del fallecimiento de mi predecesor y de mi elección a la Sede de Pedro».

El nuevo obispo de Roma reveló que «de esos países, en particular de aquéllos en los que las comunidades católicas son numerosas, me han llegado mensajes que he apreciado particularmente».

«Quisiera manifestar el gran aprecio que siento por estas comunidades y por el conjunto de los pueblos a los que pertenecen, asegurándoles a todos que están presentes en mi oración», afirmó.

La Santa Sede participa en varias organizaciones internacionales, como en las Naciones Unidas, institución en la que goza del estatuto de observador permanente, y regionales, por ejemplo, la Liga Árabe, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Organización para la Unidad Africana.