NUEVA DELHI, sábado, 14 mayo 2005 (ZENIT.org).- Los funcionarios del gobierno en India y Pakistán comienzan a reaccionar ante el problema de los ataques contra los cristianos por parte de grupos hostiles.

El primer ministro indio, Manmohan Singh, hizo un discurso ante el parlamento sobre el problema y envió una carta a los estados del país pidiéndoles que tomaran medidas para combatir los ataques contra los cristianos, informó el 17 de marzo la agencia Fides. La medida se ha tomado tras un encuentro entre el primer ministro y una delegación de obispos católicos y otros líderes cristianos.

Durante el encuentro, los delegados cristianos se quejaron de los repetidos episodios de violencia contra los fieles e instituciones religiosas en varias partes del país. Sólo en enero y en febrero se ha informado de 19 ataques contra los cristianos, más otras agresiones de fundamentalistas hindúes en marzo, según Fides.

La delegación dio al líder indio una lista detallada de episodios de violencia anticristiana y pidió al gobierno que adoptara medidas efectivas para parar la violencia y proteger a los grupos minoritarios. La delegación cristiana también pidió al gobierno que invirtiera más recursos en el desarrollo económico y social de los ciudadanos menos afortunados.

En Pakistán, el año pasado, el parlamento aprobó una ley dirigida a reducir el alcance de las restrictivas leyes de la blasfemia, según un reportaje publicado el 28 de octubre en el Cristian Post. La enmienda a la ley significa que los funcionarios de policía tendrán que investigar las acusaciones de blasfemia para asegurarse de que están bien fundadas, antes de que se presenten cargos criminales.

Según el Christian Post, la ley ha sido con frecuencia usada para solventar venganzas personales. Según la ley, sólo se requiere el testimonio de un único musulmán para acusar a otra persona de blasfemia. Se empezaron a dar pasos para reformar la ley de la blasfemia cuando a principios del año pasado tuvieron lugar los asesinatos de varios cristianos, afirmaba el Post.

Compass Direct, un servicio cristiano de noticias, informaba el 17 de enero de otro signo positivo en Pakistán. Por primera vez, un cristiano pakistaní fue absuelto de blasfemia en un juicio ante los tribunales menores del país. Anwer Masih fue absuelto en Lahore en diciembre por el tribunal de un magistrado judicial. Durante las anteriores dos décadas otros cristianos acusados de blasfemia fueron en ocasiones declarados inocentes, pero sólo tras apelar a los altos tribunales. En muchos de ellos permanecieron en el corredor de la muerte durante años hasta que los veredictos originales fueron anulados.
<br> En una audiencia el pasado 17 de diciembre, el magistrado Mohammed Anwar Gondal dictaminó que las acusaciones contra Masih se basaban sólo en evidencias de rumores. Masih fue arrestado el 30 de noviembre de 2003, y acusado alegando «que molestaba los sentimientos religiosos de alguien» e insultaba a un profeta religioso.

Amenazas de muerte
Un vecino de Masih, que se había convertido del cristianismo al Islam, declaró que Masih se había mofado de su nueva barba y reído de sus creencias islámicas. Tras ser encarcelado durante seis meses, Masih fue liberado bajo fianza, hasta su posible absolución. Sin embargo, sus problemas no habían terminado. Los extremistas de un grupo prohibido le amenazaron con matarlo por sus supuestas críticas al profeta Mahoma, según Compass Direct.

Otros cristianos en Pakistán también siguen haciendo frente a dificultades. El 2 de mayo Fides informó de que la Comisión por la Paz y el Desarrollo Humano del país había pedido que se pusiera fin a la persecución de las minorías religiosas, especialmente de los cristianos. La comisión es una organización no gubernamental que comprende a musulmanes y cristianos.

El llamamiento tuvo lugar después de que un joven protestante, Shahbaz Masish, fuera torturado y asesinado en un episodio «que refleja de forma contundente la intolerancia religiosa», según Fides. Sus compañeros de trabajo le dijeron a Masish que debería convertirse en musulmán, cuando rehusó lo intentaron asesinar. Dos de ellos poco después cumplieron la amenaza.

El jefe de la Comisión, Anthony Waseem, declaró que desarraigar la intolerancia de la sociedad pakistaní requiere trabajar a nivel de las raíces para fomentar la paz y la reconciliación.

Otra causa reciente de preocupación es la decisión de las autoridades de reintroducir la identificación religiosa en los pasaportes pakistaníes, informaba AsiaNews el 28 de abril. Las organizaciones defensoras de derechos como Human Development Center (HDC) y la All Pakistan Minorities Alliance tuvieron una conferencia de prensa conjunta el 25 de abril para anunciar una campaña de protesta contra la decisión.

El director de HDC, el padre Bonnie Mendes, declaró que añadir el dato de la identificación religiosa a los pasaportes sería un paso en dirección al sectarismo social. «Pakistán ya ha sufrido el sectarismo», dijo, «y el gobierno no debería abrir la puerta a este fenómeno social».

Extremistas hindúes
Y, a pesar del llamamiento del primer ministro, continúan los ataques contra los cristianos en la India. Según un informe de Compass Direct con fecha 4 de mayo, una multitud de cerca de 500 aldeanos hindúes atacaron el 1 de mayo al pastor de la iglesia, a su esposa y a otros miembros de la iglesia en estado meridional de Karnataka. Los agresores también quemaron biblias y otra literatura cristiana.

El incidente tuvo lugar mientras unas 60 personas asistían al servicio dominical de la Iglesia de Cristo Rey, que se reúne en el hogar del pastor Paulraj Raju en la aldea de Mangalwarapete. La iglesia pertenece a Harvest India, una misión cristiana.

Un mes antes, una multitud de cerca de 200 personas se reunió frente a la casa del pastor, exigiéndole que cerrara la iglesia y abandonara el distrito. Y en enero, el pastor Raju fue golpeado por un grupo de gente del lugar, así como arrestado por la policía, acusado de intentar conversiones. Los cargos fueron retirados poco después.

El tema de las conversiones de cristianos ha sido un tema delicado en la India durante un tiempo. La BBC informaba el 23 de febrero de que el gobierno del estado indio occidental de Rajasthan había declarado que introduciría una ley prohibiendo la conversión religiosa. La medida tuvo lugar tras las tensiones entre hindúes y una misión cristiana reunida para su convención anual en Kota, a 250 kilómetros de la capital del estado, Jaipur. El gobierno del estado está en manos del partido nacionalista hindú Baratilla Janata.

El jefe de la misión. M. A. Thomas, dijo que los activistas hindúes habían humillado y asaltado a algunos de los delegados. Los activistas hindúes alegaban que la convención de Kota estaba siendo utilizada para la conversión al cristianismo. Los activistas instalaron puntos de control en las carreteras que conducían a la misión, parando a los delegados que iban llegando. Según la BBC, los cristianos del estado suman sólo un 0,11% del total de la población.

Un grupo de obispos cristianos declaró su oposición a la prohibición de conversiones prevista, informó Fides el 16 de marzo. La declaración conjunta fue firmada por el obispo católico Ignatius Menezes de Ajmer-Jaipur, el obispo católico Joseph Pathalil de Udaipur, y el obispo de la Iglesia del Norte de la India Collin Theodore.

En el memorándum los obispos pidieron al gobierno que no aprobara la ley porque causaría tensión e inseguridad entre las minorías religiosas, que temen que su actividad se pudiera interpretar como «proselitismo» y susceptible de ser perseguida legalmente.

Los extremistas continuaron sus ataques en el estado contra los cristianos en marzo. Un reportaje del 18 de marzo en el Christian Post afirmaba que un grupo de mil itantes hindúes habían atacado a ocho clérigos protestantes que se habían reunido para rezar. El ataque fue lo bastante grave como para que requirieran tratamiento hospitalario, y los agresores también profanaron ejemplares de la Biblia.

El Christian Post añadía que el incidente sólo era uno de los muchos ataques contra los cristianos, tanto en Rajasthan como en otros estados, durante las pasadas semanas. No parece que el verter la sangre por Cristo, en India y Pakistán, vaya a terminar en una fecha cercana.