ROMA, martes, 3 mayo 2005 (ZENIT.org).- Una de las escritoras italianas de más éxito en estos momentos, Susana Tamaro, está convencida de que «todo auténtico artista sabe que el don creativo procede del creador y es un camino hacia casa».
La autora de obras como «Donde el corazón te lleve» o «Anima mundi», traducidas en 45 idiomas, reconoce que «el artista de talento sabe que cuando escribe lleva a los demás a casa».
Tamaro expuso estas reflexiones en el II Congreso Poética y Cristianismo, organizado en Roma por la Facultad de Comunicación Institucional de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz entre el 28 y el 29 de abril, que ha explorado el tema de «El regreso a casa».
«El trabajo creativo es muy cansado. Uno sabe que hay algo que no domina, y esto es lo más fascinante», comentó la escritora de Trieste.
«Yo quiero sembrar semillas de inquietud que germinen en las personas, plantear dudas, mirar las cosas como nadie las mira», dijo casi en una declaración de principios.
«Soy muy fuerte y frágil, valiente cuando escribo, pero miedosa en la vida», reveló.
La escritora afirmó que «tengo la gran suerte del éxito mundial, que puede ser una desgracia terrible si uno no tiene un máximo desapego del éxito».
«Veo el éxito y las cosas mundanas y las dejo pasar. Ser leal consigo mismo es algo irrenunciable», aseveró.
Un recital poético basado en sus obras precedió su ponencia. Susana Tamaro confesó a Zenit que se sintió «muy emocionada y casi incómoda al oír lo que escribí, no me acordaba en absoluto y me doy cuenta de que fui muy valiente, mucho más de lo que soy personalmente».
«No es por narcisismo, sino porque realmente me doy cuenta de que son textos dolorosos, verdaderos», indicó.
«Recrear es tan completo que hay que aislarse, exige muchas energías mentales», aclaró.
«El artista tiene que vivir en soledad, pero también ver a personas normales, no es un aislamiento de la gente, sino un aislamiento del poder», precisó.
Sobre la manera en que concibe sus obras reveló que «yo sé sobre lo que quiero hablar, pero no me impongo una historia, doy algunas características a los personajes, pero no sé como acabarán mis libros».
Después de confesar que su obra personal que más le gusta es «Tobías y el ángel», explicó que «los personajes siempre me sorprenden».
Sobre su experiencia como directora de cine reconoció que «es muy bello trabajar con los demás, tienes que ser creativa y sacar de los demás lo mejor de ellos mismos».
Y concluyó: «A veces, en nuestra sociedad, se da un sentimentalismo que detesto. Para mí, el sentimiento y la razón son potentes, si van juntos».