MADRID, viernes, 6 mayo 2005 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal Española considera que el proyecto de ley de reconocimiento del «matrimonio» homosexual es inmoral y, por tanto, los católicos deben oponerse con la objeción de conciencia.
Una nota del Comité ejecutivo del episcopado, publicada este viernes, considera asimismo que los parlamentarios católicos no podrán votar a favor de la propuesta.
El comunicado apoya el llamamiento lanzado en días pasados por el cardenal Alfonso López Trujillo, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, a los funcionarios públicos para que no oficien bodas entre homosexuales, recurriendo a la objeción de conciencia.
El ministro de Justicia español, Juan Fernando López Aguilar, había calificado la propuesta del purpurado como una «incitación a la desobediencia civil».
El Congreso ha aprobado por 183 votos a favor, 136 en contra, y 3 abstenciones, el proyecto de Ley que modifica el Código Civil para extender el derecho a contraer matrimonio y a adoptar niños a las pajeras del mismo sexo.
El texto será remitido al Senado y regresará al Congreso, previsiblemente el mes de junio, donde debería ser ratificado de manera definitiva.
La nota del episcopado español, que lleva por título «Acerca de la objeción de conciencia ante una ley radicalmente injusta que corrompe la institución del matrimonio», confirma que la ley tendrá como consecuencia «corromper la institución del matrimonio».
«Esa unión es en realidad una falsificación legal del matrimonio, tan dañina para el bien común, como lo es la moneda falsa para la economía de un país», explica el comunicado.
«Pensamos con dolor en el perjuicio que se causará a los niños entregados en adopción a esos falsos matrimonios y en los jóvenes a quienes se dificultará o impedirá una educación adecuada para el verdadero matrimonio», añaden los obispos.
«Pensamos también en las escuelas y en los educadores a quienes, de un modo u otro, se les exigirá explicar a sus alumnos que, en España, el matrimonio no será ya la unión de un hombre y de una mujer», añaden.
El episcopado considera que esta ley, si fuera aprobada, «carecería propiamente del carácter de una verdadera ley, puesto que se hallaría en contradicción con la recta razón y con la norma moral. La función de la ley civil es ciertamente más limitada que la de la ley moral, pero no puede entrar en contradicción con la recta razón sin perder la fuerza de obligar en conciencia».
«En segundo lugar, y como consecuencia de lo anterior, recordamos que los católicos, como todas las personas de recta formación moral, no pueden mostrarse indecisos ni complacientes con esta normativa, sino que han de oponerse a ella de forma clara e incisiva».
«En concreto, no podrán votar a favor de esta norma y, en la aplicación de una ley que no tiene fuerza de obligar moralmente a nadie, cada cual podrá reivindicar el derecho a la objeción de conciencia», añaden.
«El ordenamiento democrático deberá respetar este derecho fundamental de la libertad de conciencia y garantizar su ejercicio», afirman.
«Es nuestro deber hablar con claridad cuando en España se pretende liderar un retroceso en el camino de la civilización con una disposición legal sin precedentes y gravemente lesiva de derechos fundamentales del matrimonio y de la familia, de los jóvenes y de los educadores», dicen por último los prelados españoles.
«Oponerse a disposiciones inmorales, contrarias a la razón, no es ir en contra de nadie, sino a favor del amor a la verdad y del bien de cada persona», concluye la nota.
El Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal está integrado por el presidente de la Conferencia Episcopal, el obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez; por el arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, como vicepresidente, y por el secretario general y portavoz, Juan Antonio Martínez Camino.
Lo integran también los cardenales de Madrid y Sevilla, Antonio María Rouco y Carlos Amigo, respectivamente; el arzobispo de Barcelona, Lluis Martínez Sistach, y el de Oviedo, Carlos Osoro.
[La nota puede leerse en la página web de la Conferencia Episcopal Española]