Dos misioneras, las dos primeras beatificadas por Benedicto XVI

Marianne Cope y Ascensión del Corazón de Jesús

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CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 15 mayo 2005 (ZENIT.org).- Los nombres de dos misioneras han sido los primeros en ser inscritos en el catálogo de los beatos por Benedicto XVI.

Se trata de la estadounidense Marianne Cope (1838-1918), evangelizadora de los leprosos en Molokai, y de la española Ascensión del Corazón de Jesús (1868-1940), cofundadora de las Hermanas Dominicas del Santísimo Rosario, instituidas para la evangelización de las tribus amazónicas.

Las dos mujeres fueron elevadas a los honores de los altares este sábado por la tarde, en la Basílica de San Pedro por el cardenal portugués José Saraiva Martins, prefecto de la Congelación para las Causas de los Santos, encargado por el Papa de presidir la celebración.

El obispo de Roma ha retomado en esta ocasión la tradición de los Papas de no presidir beatificaciones, una práctica que había sido interrumpida en 1971 por el Papa Pablo VI, al beatificar al sacerdote polaco Maximiliano Kolbe. Juan Pablo II, por su parte, presidió la beatificación de 1.338 siervos de Dios.

Ante numerosos peregrinos estadounidenses, latinoamericanos y españoles, el cardenal Saraiva Martins, en su homilía, pronunciada en italiano, castellano e inglés, definió a la beata Ascensión del Corazón de Jesús como «una de las grandes misioneras del siglo pasado».

«Realizó frecuentes viajes apostólicos a Perú y Europa, e incluso llegó a China. Tuvo el temple de luchadora intrépida e infatigable, así como una ternura materna capaz de conquistar los corazones», recordó.

Nacida en Tafalla, la Madre Ascensión, cuyo nombre de pila era Florentina Nicol Goñi, ingresó en las religiosas dominicas de la Tercera Orden de Huesca; fue profesora y directora del colegio anexo al monasterio.

A los 45 años, viajó como misionera a Perú, donde ayudó al obispo dominico monseñor Ramón Zubieta en la fundación de las Hermanas Dominicas del Santísimo Rosario, de las que fue la primera superiora general. El 24 de febrero de 1940 falleció en Pamplona (España).

Por su parte el cardenal Saraiva Martins calificó la vida de Marianne Cope «una maravillosa obra de la gracia divina».

Fue la «sucesora» del apóstol de los leprosos en Molokai, el beato padre Damián Damian De Veuster. Nacida en Alemania (Heppenheim), su nombre de pila era Barbara. A los tres años emigró al Estado de Nueva York (Estados Unidos) y adquirió la nacionalidad estadounidense.

Perteneció a las Hermanas de la Tercera Orden de San Francisco de Siracusa Third Order of Saint Francis of Syracuse, en los Estados Unidos. Desempeñó diversos cargos de responsabilidad y durante muchos años dio testimonio de la caridad de Cristo entre los enfermos de lepra en la isla de Molokai (Hawai), donde murió el 9 de agosto de 1918.

«La beata Marianne amó a los leprosos más que a sí misma. Les sirvió, les educó y les guió con sabiduría, amor y fuerza. Vio en ellos el rostro sufriente de Jesús», explicó el cardenal.

El purpurado informó que Benedicto XVI ha estipulado que se celebre la memoria Ascensión del Corazón de Jesús el 24 de febrero y la de Marianne de Molokai el 23 de enero.

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ZENIT Staff

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