MÉXICO, lunes, 16 mayo 2005 (ZENIT.org–El Observador).- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ha emitido un comunicado saludando con júbilo la determinación de Benedicto XVI de llevar adelante el proceso de beatificación de Juan Pablo II, sin esperar los cinco años que prevé el Derecho Canónico.
«Nos llena de alegría la noticia de la apertura de la causa de beatificación de Juan Pablo II decretada por Su Santidad Benedicto XVI. Los obispos de México reconocemos con esto una muestra más de la grandeza de la personalidad de nuestro anterior pontífice, quien veló todos los días por una Iglesia más fuerte y más unida», asegura el comunicado, firmado por el secretario general de la CEM y obispo de Texcoco, monseñor Carlos Aguiar Retes.
Juan Pablo II, dicen los obispos mexicanos, siempre se caracterizó por promover la santidad y con el compromiso de la misión evangelizadora que implica seguimiento de Cristo, entrega, preocupación por los demás y heroicidad.
Todas esas virtudes «que pudimos constatar a lo largo de su vida y principalmente durante los 26 años de pontificado, son ahora ratificadas por su fiel hijo y estrecho colaborador Benedicto XVI», expresa el comunicado de la CEM.
La iglesia entera llama a todas las personas a la íntima unión con Dios, vocación más sublime de todo hombre; éste fue el testimonio vivo de Juan Pablo II quien acogió este llamado y lo transmitió fielmente al mundo durante su paso en esta tierra, dicen los purpurados mexicanos.
Para muchos de ellos, como para millones de mexicanos, Juan Pablo II fue modelo de padre espiritual. Visitó cinco veces México, aquí realizó su primer viaje apostólico y él mismo se llamó «Papa mexicano».
«Testimonios como el de nuestro papa Juan Pablo II y tantas personas coherentes y comprometidas con Cristo en los tiempos actuales, nos impulsan a todos los cristianos a acoger este llamado de buscar la santidad en medio del mundo en nuestros deberes más menudos», concluye diciendo el comunicado de la CEM.