CIUDAD DELVATICANO, domingo, 22 mayo 2005 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha invitado a los obispos de Ruanda a que el Evangelio penetre cada vez más en esta nación para lograr la reconciliación y la paz, tras el genocidio que sacudió al país africano hace más de diez años.
Fue el mensaje que dejó este sábado a los prelados ruandeses, con quienes se encontró al concluir su visita «ad limina apostolorum» al Papa y a sus colaboradores en la Curia Romana.
Respondiendo a las palabras que en nombre de los obispos le dirigió el obispo Alexis Habiyambere, presidente de la Conferencia Episcopal de Ruanda, el Santo Padre quiso dejar palabras de esperanza para los ruandeses, «duramente probados por el genocidio de 1994 y por sus consecuencias».
La tragedia estalló el 7 de abril de ese año, cuando tuvieron lugar graves enfrentamientos entre hutus y tutsis.
En tan sólo tres meses, ochocientas mil personas fueron masacradas y tres millones de ruandeses tuvieron que huir del país, mientras los cadáveres flotaban en los ríos y en el lago Victoria, según fuentes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Tras este trauma, el Papa pide a los católicos ruandeses «permanecer firmes en la fe, perseverar en la esperanza que da Cristo resucitado, superando toda tentación de desaliento».
«Para trabajar activamente en la paz y la reconciliación, privilegiáis en particular una pastoral de cercanía, fundada en el compromiso de pequeñas comunidades de laicos en la pastoral misionera de la Iglesia en armonía con los pastores», constató dirigiéndose a los obispos.
«Os aliento a apoyar a estas comunidades para que los fieles acojan las verdades de fe y sus exigencias, desarrollando de este modo una vida eclesial y espiritual más intensa, sin dejarse alejar del Evangelio de Cristo, en particular por las numerosas sectas presentes en el país», aseguró.
«Trabajad sin descanso para que el Evangelio penetre cada vez más profundamente en el corazón y la existencia de los creyentes, invitando a los fieles a asumir cada vez más su responsabilidad en la sociedad, en particular en el campo de la economía y de la política, con un sentido moral alimentado por el Evangelio y por la doctrina social de la Iglesia», exhortó.
El 48 por ciento de los ocho millones y medio de habitantes de Ruanda es católico.
