ROMA, domingo, 22 mayo 2005 (ZENIT.org).- El prelado del Opus Dei, el obispo Javier Echevarría, confirió la ordenación sacerdotal a cuarenta y dos fieles de la Prelatura procedentes de trece países, en una ceremonia celebrada este sábado en la basílica de San Eugenio, en Roma, y a la que asistieron numerosos parientes y amigos de los nuevos sacerdotes. El prelado les pidió ser «sacerdotes enamorados de Cristo».
En la homilía, monseñor Echevarría explicó que «el sacerdote es para la Eucaristía en la Iglesia y al servicio de la Iglesia». Por esta razón, «sin una plena comunión con el Romano Pontífice y con el Ordinario propio, el sacerdote no puede hacer un verdadero servicio eclesial».
El prelado observó que Benedicto XVI ha querido subrayar la «providencial coincidencia» del comienzo de su ministerio petrino con el Año de la Eucaristía.
El obispo rememoró la manifestación de comunión que se verificó en Roma y en todo el mundo durante las pasadas semanas: «De una comunión compacta —afectiva y efectiva— de los católicos en torno al Vicario de Cristo, se seguirán necesariamente grandes bienes para la Iglesia y para el mundo entero».
En sus palabras a los nuevos sacerdotes, de los que 28 son europeos, 11 provienen del continente americano, 2 de Asia y 1 de África, el obispo Echevarría les pidió ser «forjadores de comunión en la Iglesia» y «una entrega gozosa al ministerio de la reconciliación».
El prelado felicitó a las familias de los recién ordenados, y les pidió que rezaran mucho por ellos: «ahora necesitan más que nunca vuestra oración». Al mismo tempo –añadió– «demos gracias a Dios, que no deja de suscitar ministros de Cristo, y supliquémosle que sean más abundantes aún en el mundo entero».