CIUDAD DEL VATICANO, martes, 14 junio 2005 (ZENIT.org).- Para el cardenal Camillo Ruini, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el fracaso del referéndum que buscaba permitir, entre otras cosas, la experimentación con embriones humanos y la cancelación de sus derechos, no es una victoria católica, sino de la vida humana.
Algo más de 25% de los italianos acudieron este domingo a las urnas para responder a la consulta. Según la ley, para que el referéndum tuviera valor, se requería la participación de más de la mitad de las personas con derecho a voto.
Para la prensa italiana en este martes, el gran vencedor de este referéndum ha sido la Iglesia católica, en particular, el cardenal Ruini, quien había propuesto la abstención como un doble «no»: a la propuesta del referéndum y al uso de la consulta popular para decidir sobre cuestiones relativas a la vida.
Sin embargo, en esta entrevista concedida a «Radio Vaticano» el mismo purpurado, obispo vicario del Papa para la diócesis de Roma, no se muestra de acuerdo con esta conclusión.
--¿Cómo se explica una abstención tan elevada?
--Cardenal Ruini: Me la explico con la madurez del pueblo italiano, que se ha negado a pronunciarse sobre estas cuestiones técnicas y complejas, que ama la vida y que desconfía de una ciencia que pretende manipular la vida.
--Algunos han tratado de poner en oposición a los laicos, en particular los no creyentes, y a los católicos. ¿No han logrado este objetivo?
--Cardenal Ruini: Así es. Por una parte, es verdad, el mundo católico ha estado más compacto que nunca, ha demostrado que ha comprendido hasta el fondo las razones por las que era necesario seguir esta línea; por otra parte, muchos laicos, incluso sumamente representativos a nivel cultural, social o político, han compartido plenamente y han promovido con gran valentía la línea de la defensa del valor del hombre en cuanto tal.
--Algunos han dicho que la Iglesia ha atentado contra la laicidad del Estado…
--Cardenal Ruini: Esto es algo totalmente equivocado. Si por laicidad del Estado se entiende que la Iglesia no puede tener una expresión pública, entonces no se trata de laicidad, sino que se trata de un laicismo que daña al Estado antes incluso que a la Iglesia. Si, por el contrario, se entiende por laicidad la libertad de cada quien y la distinción de las tareas, esta laicidad no ha quedado para nada afectda. La Iglesia, en una materia de grandísima importancia humana y moral, tenía el deber de expresar con claridad su voz, una voz que ha sido escuchada y compartida por muchísimos ciudadanos, basándose en su conciencia personal.
--En definitiva, ¿ha vencido el catolicismo popular italiano?
--Cardenal Ruini: No me gusta la expresión «ha vencido». El catolicismo popular italiano ha dado un óptimo testimonio.
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Jun 14, 2005 00:00