EL PASO, jueves, 23 junio 2005 (ZENIT.org-El Observador).- Cerca de 25 obispos de México y Estados Unidos permanecerán reunidos a partir de este jueves y hasta el próximo domingo en esta población fronteriza de Texas, para analizar el estado de la situación de los inmigrantes mexicanos y centroamericanos que ingresan, cada año, a Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida.

Según trascendió desde que el 10 de mayo pasado fuera lanzado el programa «No más extraños. Juntos en el jornada de la Esperanza» en Washington por el cardenal Theodore McCarrick, este encuentro servirá para verificar el papel de la Iglesia católica frente a los inmigrantes de origen hispano --de los cuales, cada año, medio millón son mexicanos--, y, al mismo tiempo, buscar la manera de presionar al gobierno del presidente Bush para lograr una reforma migratoria integral en el país del Norte.

Entrevistados por Zenit y El Observador en el marco de la reciente Conferencia Anual del Episcopado de Estados Unidos, el obispo Kicanas de Tucson (Arizona) y los arzobispos Chaput (Denver) y Gómez (San Antonio), expresaron su esperanza de que esta primera reunión, que congrega a todos los obispos y responsables diocesanos de inmigración, derechos humanos y caridad, así como a organismos no gubernamentales que velan por los derechos de los inmigrantes, sea una plataforma de lanzamiento de una acción común, para mostrarle a los más pobres que pueden seguir contando con la Iglesia y que les acoge como a Cristo.

La conferencia de El Paso reunirá a cerca de 200 personas interesadas en que la frontera de tres mil kilómetros que comparten México y Estados Unidos deje de ser considerada como un pasaje a la muerte (cada año mueren 500 personas tratando de llegar al «sueño americano») y puede convertirse en un paso respetuoso de los derechos humanos, con una presencia visible de la Iglesia católica, según explican sus organizadores.

La base de las discusiones será la Carta que ambos episcopados emitieron en 2003 y que exige la colaboración de los gobiernos de México y Estados Unidos para paliar las condiciones infrahumanas que se dan entre los traficantes de seres humanos, las medidas de sellamiento de la frontera, los muros levantados en ciudades como San Diego o El Paso, la acción intimidatoria de las patrullas fronterizas y de los grupos paramilitares que actúan como «cazadores de inmigrantes» en territorios áridos como el desierto de Arizona.

Según ha informado el obispo de Ciudad Juárez y presidente de la Comisión Episcopal de Movilidad Humana del episcopado mexicano, Renato Ascencio, en el encuentro, que se realizará a puerta cerrada, se efectuarán talleres y plenarias que abordarán las políticas migratorias de ambos países, los trabajadores agrícolas inmigrantes; los derechos de los indocumentados y la ayuda a las víctimas del tráfico de personas.

«La realidad presente de la inmigración es una constante invitación a la iglesia a elaborar nuevas respuestas a los signos de los tiempos, de forma que la dignidad humana y los derechos de nuestros migrantes sea honrada y respetada», explicó en un comunicado el obispo Armando Ochoa, de la Diócesis Católica de El Paso, Texas, informó este jueves la agencia mexicana de noticias Notimex. Monseñor Ochoa, quien fungirá como anfitrión, calificó a la conferencia binacional como «histórica».

Este jueves, durante el primer día del evento, el cardenal estadounidense Theodore McCarrick habló sobre la forma en que la Iglesia en Estados Unidos y en México pueden colaborar para procurar un mejor trato para los inmigrantes. Mientras que el viernes, el secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Ernesto Derbez, viajará a El Paso para exponer en una de las sesiones plenarias la política migratoria de México y su relación con Estados Unidos en la materia.

El próximo sábado, el senador estadounidense John Cornyn hablará sobre una posible reforma a las leyes estadounidenses relacionadas a inmigración y al tráfico humano.

«El principal objetivo de la conferencia es construir relaciones entre las diócesis de ambos lados de la frontera para trabajar en forma colectiva en asuntos de inmigración», dijo Kevin Appleby, director de política de Migración y de Refugio de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. «Esta conferencia es una forma de construir solidaridad a través de la frontera y establecer una estrategia uniforme», indicó.