RÍMINI, lunes, 22 agosto 2005 (ZENIT.org).- Benedicto XVI se ha hecho presente en el «Meeting por la amistad entre los pueblos» organizado por el movimiento eclesial Comunión y Liberación en la ciudad italiana de Rímini con un mensaje en el que asegura que «sólo Jesús nos hace libres».
En la misiva, firmada por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, el Papa subraya que el título de la edición 2005, «La libertad es el don más precioso que a los hombres dieron los cielos» –tomado de «Don Quijote» de Miguel de Cervantes– es de una «importancia extraordinaria en un momento histórico y cultural en el que no hay nada que se confunda tanto como el término libertad».
La misiva pontificia explica que «para Dios es muy importante nuestra libertad», pues «nos quiere libres, nos ama en cuanto que somos libres, hasta el punto de que acepta el riesgo que corremos de alejarnos de Él con tal de ofrecernos la posibilidad de reconocerlo sin constricciones interiores».
El mensaje papal fue leído en Rimini este domingo por el obispo de la diócesis, monseñor Mariano de Nicolò, en la celebración eucarística con la que se inauguró el «Meeting».
«¿Por qué ama Dios nuestra libertad?», se pregunta el texto. «Porque ve en nosotros la imagen de su Hijo encarnado, que libremente adhirió siempre al proyecto del Padre, que aceptó libremente un cuerpo y que libremente se abajó hasta la muerte en la cruz, en esa oblación de sacrificio que el sacramento de la Eucaristía actualiza cada día en el altar».
«La auténtica libertad, por tanto, es fruto del encuentro personal con Jesús», explica el mensaje, constatando que a cada uno le sucede lo que vivió la samaritana del Evangelio, quien «sintió como renacía interiormente y tuvo la impresión de volver a ser verdaderamente libre en el encuentro con ese “hombre” que le dijo todo lo que ella había hecho y le reveló el verdadero rostro de su destino».
El texto confirma por último las palabras que pronunció el cardenal Joseph Ratzinger en Milán, durante el entierro de monseñor Luigi Giussani, fundador de Comunión y Liberación, el 24 de febrero de 2005: «Donde hay fe hay libertad» («Ubi fides ibi est libertas») y añade: «la liberación es el reflejo luminoso existencial que puede ofrecer a nuestra vida».
El cardenal Ratzinger intervino en el «Meeting» de Rimini en 1992 y desde entonces los organizadores del encuentro discutieron con el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe el tema que querían analizar en este acontecimiento.
La vigésimo sexta edición del «Meeting», que se clausurará el 27 de agosto, congregará a uno 700.000 participantes en conferencias, mesas redondas, espectáculos, exposiciones artísticas, y competiciones deportivas.
Comunión y Liberación es un movimiento eclesial cuya finalidad es la educación cristiana de sus propios seguidores y la colaboración con la misión de la Iglesia en todos los ámbitos de la sociedad contemporánea. En la actualidad está presente en cerca de setenta países en los cinco continentes.
