ROMA, miércoles, 24 agosto 2005 (ZENIT.org).- La Fraternidad Sacerdotal San Pío X confirmó este miércoles en un comunicado que Benedicto XVI recibirá en audiencia en la residencia pontificia de Castel Gandolfo el próximo lunes al obispo Bernard Fellay, superior general.
El comunicado emitido desde su sede en Menzingen, la Fraternidad, fundada por el arzobispo francés Marcel Lefebvre, añade que «no se hará ninguna declaración antes de la audiencia».
El encuentro entre monseñor Fellay y el Papa debería haberse celebrado de manera discreta, pero fue hecho público en una carta por uno de los cuatro obispos de la Fraternidad, el británico Richard Williamson, quien se opone a todo «compromiso» con la Santa Sede.
Por el momento la Santa Sede no ha confirmado esta audiencia, aunque tampoco ha desmentido la información publicada por la Fraternidad.
El 2 de julio de 1988 Juan Pablo II constató en la carta apostólica «Ecclesia Dei» que la «ilegítima» ordenación de cuatro obispos en el seno de la Fraternidad por parte de monseñor Lefebvre (30 de junio de 1988) constituyó «un acto cismático».
Aquella ordenación truncó el intento de un acuerdo entre la Santa Sede y la Fraternidad, que había llevado a cabo el cardenal Joseph Ratzinger, entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en nombre de Juan Pablo II.
Los obispos ordenados por monseñor Lefèbvre fueron el suizo Bernard Fellay, el francés Bernard Tissier de Mallerais, el británico Richard Williamson y el argentino Alfonso de Galarreta.
Monseñor Lefebvre falleció el 25 de marzo de 1991, sucediéndole monseñor Fellay en la guía de la Fraternidad.
En una entrevista concedida a DICI, agencia de prensa de la Fraternidad de San Pío X, con motivo de los tres meses de pontificado de Benedicto XVI, monseñor Fellay anunciaba que, en caso de encontrarse con el Papa, le pediría dos cosas.
En primer lugar, la posibilidad para todo sacerdote en todo lugar de celebrar la misa según el misal tridentino, sin necesidad de pedir permiso al obispo local, como hoy se requiere.
En segundo lugar, aseguraba que pediría «retractar el decreto de excomunión relativo a las consagraciones» de los cuatro obispos.