«La Conferencia Episcopal apoya decididamente la Holly’s Law –afirmó Deirdre McQuade, portavoz del Secretariado–. Nos oponemos a todo aborto como eliminación de una vida humana. El método RU-486, sin embargo, agrava este daño amenazando también la vida y el bienestar de las mujeres».
La McQuade, junto a los representantes de otras organizaciones, intervino en una rueda de prensa, la semana pasada, patrocinada por los partidarios del proyecto de ley en el Congreso.