Jesús siempre ayuda cuando se le invoca en las dificultades, asegura el Papa

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Al comentar el Salmo 144 en la audiencia general de este miércoles

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CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 8 febrero 2006 (ZENIT.org).- Jesús siempre ayuda cuando en las dificultades o tentaciones le invocamos, aseguró este miércoles Benedicto XVI al concluir su intervención durante la audiencia general.

Como ya es costumbre en estos encuentros semanales con los peregrinos, tras haber leído su meditación, en esta ocasión sobre la segunda parte del poético Salmo 144, «El Señor sostiene a los que van a caer», el Papa dejó a un lado los papeles para explicar la esencia del mensaje que quería dejar.

«En nuestras dificultades, problemas, tentaciones, no tenemos que hacer simplemente una reflexión teórica –¿de dónde vienen?– sino que tenemos que reaccionar positivamente, invocando al Señor, manteniendo el contacto vivo con el Señor», explicó el pontífice.

«Es más –subrayó–, tenemos que gritar el nombre de Jesús: «Jesús, ¡ayúdame!». Y podemos estar seguros de que él nos escucha, pues está cerca de quien le busca. No nos desalentemos, sino más bien corramos con ardor» y «alcanzaremos la vida, Jesús, el Señor».

La meditación del Santo Padre, ofrecida a los miles de personas congregadas en el Aula Pablo VI del Vaticano se concentró en describir y mostrar el amor «cariñoso» de Dios, que «reserva de manera particular al pobre y al débil».

«La realeza divina no es ni indiferente ni altanera, como a veces puede suceder con el ejercicio del poder humano. Dios expresa su realeza inclinándose ante las criaturas más frágiles e indefensas», afirmó profundizando en el tema que ha querido convertir en programa del inicio de su pontificado «Dios es amor».

«De hecho –añadió citando el Salmo–, antes que nada, Dios es un padre que «sostiene a los que van a caer» y endereza a los que han caído en el polvo de la humillación».

«Los seres vivientes, por tanto –aseguró–, están orientados hacia el Señor como si fueran mendigos hambrientos y él les ofrece, como padre atento, la comida que necesitan para vivir».

La meditación del Papa continúa con la serie de comentarios a los cánticos y salmos de la Biblia que forman parte de las Vísperas, la oración de la Iglesia al anochecer, comenzada por Juan Pablo II. Pueden leerse en la sección «Audiencia del miércoles» de la página web de Zenit (www.zenit.org).

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ZENIT Staff

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