CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 20 febrero 2006 (ZENIT.org).- La promoción del diálogo entre los creyentes de diferentes religiones, en particular entre cristianos y musulmanes, favorece la libertad religiosa, afirma Benedicto XVI.
Fue la constatación que expresó este lunes al recibir en audiencia a los obispos de la Conferencia Episcopal de Senegal, Mauritania, Cabo Verde y Guinea Bissau que concluían su quinquenal visita «ad limina apostolorum» al Papa y a sus colaboradores de la Curia romana.
El Papa alentó a los prelados a vivir su ministerio colaborando «con los hombres y mujeres que no comparten la fe cristiana, en particular con los musulmanes», particularmente numerosos en algunos de esos países.
«Los esfuerzos realizados por un encuentro en la verdad de creyentes de diferentes tradiciones religiosas contribuyen a la realización concreta del bien auténtico de las personas y de la sociedad», constató.
Según el obispo de Roma, «es un deber profundizar cada vez más en las relaciones fraternas entre las comunidades para favorecer un desarrollo armonioso de la sociedad, reconociendo la dignidad de cada persona y permitiendo a todos el ejercicio libre de su religión.