Ese factor, acompañado de la restricción de la libertad religiosa, llevó a la clausura de todos los seminarios en 1975 y al bloqueo de las ordenaciones, dejando a los candidatos Michel Hoang Minh Hung y Joseph Nguyên Van Hiên con su camino vocacional interrumpido.
Ha confirmado la ordenación presbiteral –tras «dos años de reciclaje teológico» de ambos– la agencia de las misiones extranjeras de París «Eglises d’Asie».
Los nuevos sacerdotes habían ingresado en el seminario respectivamente en 1964 y 1967.
La diócesis de Phan Thiêt suma más de un millón de habitantes, de los que cerca de 150 mil son católicos. Con los nuevos sacerdotes, éstos ya son 82.
Desde «Radio Vaticana» se interpreta el acontecimiento de estas dos ordenaciones como «un paso adelante para la mejora de las relaciones entre la Iglesia católica y el gobierno vietnamita».
«Otra señal de distensión y de normalización se lanzó el pasado diciembre, durante la visita en el país del cardenal Crescenzio Sepe, prefecto de la Congregación vaticana para la Evangelización de los Pueblos», añade la emisora pontificia.
«El purpurado, en esos días de estancia –recuerda–, ordenó a 57 sacerdotes, visitó tres regiones eclesiásticas, mantuvo encuentros con algunos obispos» y presidió la celebración por la erección de la nueva diócesis de Bà Ria, con la toma de posesión de su primer obispo, monseñor Thomas Nguyên Vãn Trâm (Cf. Zenit, 30 noviembre 2005).
La Santa Sede y Vietnam no tienen relaciones diplomáticas, pero hace tiempo que siguen un camino de reacercamiento. En los últimos años se han sucedido visitas de una delegación de la Santa Sede al país asiático.
Más de 80 millones de habitantes registra la República Socialista de Vietnam; de ellos, una proporción superior al 80% no practica credo alguno. La cifra de católicos en el país se calcula en torno a los 6 millones de fieles, entre quienes la práctica religiosa es muy elevada (80-90%).