Don Anastasio Gil, subdirector de Obras Misionales Pontificias (OMP) en España se refirió este miércoles en la rueda de prensa convocada para presentar estas campañas a la importancia de colaborar económicamente y a través de la oración con la Obra de San Pedro Apóstol, para que «ninguna vocación nativa se pierda por falta de medios materiales», aunque reconoció que la Jornada por las Vocaciones Nativas tiene «poco arraigo dentro de las comunidades cristianas».
En el año 2004, España contribuyó con 1.820.470,84 euros (el 5,4% de las aportaciones de la Obra de San Pedro Apóstol a nivel mundial), al sostenimiento de seminaristas mayores y menores, y de novicias y novicios de diversas congregaciones religiosos (en su primer año).
Las necesidades son grandes, porque la Iglesia crece en territorios de misión, explicó. En estas zonas hay más de 200 millones de fieles, es decir, uno de cada cinco católicos del mundo; cada año hay más de 4,5 millones de bautismos (2 millones más que hace 15 años).
Especialmente en Asia y África el incremento de las vocaciones locales es notorio: En los últimos 25 años, el número de seminaristas mayores se ha triplicado en África; en Asia el aumento ha sido de un 125 % y en América del 65%. La Obra de San Pedro Apóstol ha ayudado en el 2005 a 1 de cada 4 seminaristas mayores del mundo.
El diácono Manuel Gantir, de la Congregación del Verbo Divino, que se ordenará sacerdote el próximo verano, asistió a la rueda de prensa para ofrecer su testimonio, que representa al de muchas otras vocaciones nativas. Gantir nació en Indonesia y destacó el aumento en su país de jóvenes que «quieren entregar su vida a la Iglesia».
En Indonesia hay más de 32 Seminarios Menores; sólo de la Congregación del Verbo Divino, hay 350 seminaristas estudiando Teología en seminarios mayores y más de 200 novicios. Gantir destacó la importancia de la ayuda que presta la Obra de San Pedro Apóstol para la Iglesia Universal.
Anastasio Gil agradeció también la presencia en la rueda de prensa del padre reparador Javier Luengo, miembro del equipo vocacional de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), valorando que «la tarea y la animación misionera se realice de forma conjunta y no fragmentaria» ya que el único objetivo es «suscitar y apoyar las vocaciones a la vida consagrada y sacerdotal independientemente de su origen y destino».
Luengo recordó el lema de la Jornada Mundial de Oración por las vocaciones, «Misericordiosos como Tú» y afirmó que «toda vocación es para la comunión, para que los demás sean Iglesia».
Por su parte, el sacerdote Javier Alonso Sandoica, autor del reportaje «Generación Nueva» -sobre la situación de la Iglesia en China –que ilustra esta campaña, comentó el deseo de los fieles chinos –compartido por la Santa Sede– de que haya «una sola Iglesia».
Sin embargo, y más allá de la existencia de la Iglesia oficial y la clandestina en el gran país asiático, Sandoica destacó la «desolación espiritual» de muchas personas en ese país, que no se «abren a la trascendencia» hasta edades muy avanzadas, cuando ya ha desaparecido la preocupación por el trabajo.
En este contexto, Anastasio Gil justificó la elección de China para este documental teniendo en cuenta el V Centenario de san Francisco Javier, y que este santo quiso ir a este país, donde no pudo entrar.