Las 113 personas fallecidas que viajaban en una aeronave A-320 de la compañía «Armavia», eran en su mayoría armenios que regresaban a su país o iban a visitar a sus familiares.
Monseñor Tadeusz Kondrusiewicz, arzobispo de la Arquidiócesis de la Madre de Dios en Moscú, comentó a Zenit su profundo pesar por la tragedia ocurrida y expresó que «compartía con la comunidad armenia y rusa la pena por el deceso de sus seres queridos».
Dentro de la comunidad cristiana en Rusia, los fieles armenios ocupan un lugar importante, no sólo por su número en el país –alrededor de 54 mil personas según datos estadísticos–, sino porque conservan un rito litúrgico propio muy antiguo donde se conjuga, principalmente, la tradición bizantina y siria.
Cabe recordar que Armenia fue el primer país del mundo en adoptar al cristianismo como religión oficial a principios del siglo IV. Doce años antes, inclusive, de que el Imperio Romano declarara oficialmente la tolerancia hacia el cristianismo.
Este 5 de mayo ha sido declarado en conjunto por Rusia y Armenia, día de luto oficial y, al igual que en la comunidad católica, en los templos de la Iglesia apostólica armenia de todo el mundo, se ofrecerá un requiem, o misa de difuntos, por las víctimas.
