Los tres católicos indonesios, a un paso de su ejecución

Condenados en su país tras un proceso marcado por intimidaciones e injusticia

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PALU, viernes, 12 mayo 2006 (ZENIT.org).- Podrían faltar sólo 24 horas para la muerte de los tres católicos condenados en Indonesia, pues desde el miércoles están en aislamiento, bajo custodia especial, en la cárcel de Palu (Sulawesi central), práctica que precede a la ejecución de la pena capital.

La alerta llega de la agencia del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras (PIME) «AsiaNews», la cual, en repetidas ocasiones se ha hecho eco de que el proceso contra los tres detenidos ha estado marcado por intimidaciones a gran escala de extremistas islámicos y de que los jueces no han prestado atención a los testigos de la defensa, exculpatorios de los cargos que se imputan a los tres católicos.

Poso (en las islas Sulawesi, Indonesia) fue escenario de 1998 a 2001 de sangrientos enfrentamientos entre cristianos y musulmanes que costaron la vida a más de dos mil personas.

En ese contexto, en 2000 se produjo la masacre de dos centenares de musulmanes; fueron acusados de implicación en los hechos los católicos Fabianus Tibo (60 años), Dominggus da Silva (42 años) y Marinus Riwa (48 años).

Arrestados ese mismo año, en 2001 el tribunal regional de Palu les condenó a muerte. Hasta el momento, ningún musulmán ha sido procesado por los violentos sucesos de entonces.

«Los tres han sido hasta ahora los únicos juzgados culpables de un conflicto sobre el que no se ha arrojado –y probablemente no se quiere hacer– completa claridad», denunció hace dos días la agencia especializada en el contexto asiático.

A favor de los tres católicos se han manifestado no sólo cristianos, sino numerosas organizaciones a nivel nacional e internacional, y también representantes de la comunidad musulmana.

El pasado19 de marzo el obispo de Manado, monseñor Joseph Theodorus Suwatan, visitó a los tres condenados como «enviado especial» del Papa (Zenit, 22 marzo 2006). A continuación explicó que el Papa deseaba compartir su dolor y expresar su solidaridad por la injusticia legal sufrida por los tres católicos durante el proceso.

En la tarde del miércoles pasado, un grupo de cinco jueces nombrados por la Corte Suprema rechazó por unanimidad el segundo recurso –de revisión del caso– presentado por el «Padma» (una agrupación interreligiosa de abogados que defiende a los tres católicos).

La Corte Suprema de Indonesia, a mediados de abril, había aceptado el segundo recurso e impidió que se procediera a la ejecución mientras la revisión estuviera en curso.

Confirma «AsiaNews» que el juez Djoko Sarwoko, quien leyó el veredicto en nombre del grupo, explicó que ya «no hay acciones legales que la defensa pueda emprender» a favor de los condenados.

Ha dado la noticia a «Tibo y compañeros» –come se conoce desde hace tiempo a los tres católicos–el padre Jimmy Tumbelaka, párroco en Poso.

Tras el veredicto de la Corte Suprema, se encuentran en aislamiento, en espera de ejecución. Así lo explicó el funcionario del Departamento de Derechos Humanos y Legales de Sulawesi central, Ma’as Damsik, quien les visitó. Una vez en aislamiento, en Indonesia el condenado a muerte ya no puede recibir más visitas.

Los familiares de los reos ya han expresado su pesar por este último pronunciamiento judicial. «La injusticia está por todas partes», declaró el hijo de Tibo, Robert.

Están llegando a Palu los familiares de los condenados, los tres originarios de la isla de mayoría católica de Flores.

Antes de partir hacia Palu, los parientes de Tibo recibieron la bendición de monseñor Vincentius Sensi Potokota –obispo de Maumere, Flores–. «Os apoyo con fuerza a todos vosotros, que incesantemente lucháis para tener justicia», les dijo el prelado.

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ZENIT Staff

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