Según un intelectual, el islam debe comenzar a dialogar en su propio seno

Azim Nanji imparte una conferencia en el Pontificio Instituto de Estudios Árabes e Islámicos

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CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 15 mayo 2006 (ZENIT.org).- El profesor Azim Nanji, director del Instituto de Estudios Ismaelitas de Londres, afirmó en Roma que el islam debe esforzarse por «reconocer» su pluralidad y diversidad interna para poder dialogar también con el resto del mundo.

«El Islam es rico porque es variado», afirmó en Roma este viernes, en la sede del Pontificio Instituto de Estudios Árabes e Islámicos PISAI.

Al halar sobre «El mundo musulmán y la comunidad ismaelita hoy: retos y perspectivas» aclaró que un islam unido no significa que «todos deben creer exactamente en lo mismo».

El intelectual señaló, por ejemplo, que demográficamente el Islam está presente sobretodo en tierras no árabes como India, Pakistán, Bangladesh e Indonesia.

«Imponer un punto de vista monolítico sería un error histórico», dijo al apostar por la convivencia. En este sentido evocó momentos históricos en los cuales el Islam y las otras religiones convivían en paz y respeto recíproco.

El profesor asumió que «vivimos tiempos difíciles para entablar el diálogo» y haciendo referencia a la película «El Código da Vinci» o las viñetas satíricas sobre Mahoma, dijo: «No podemos permitir que la ficción sea el único foro para informar sobre lo que es el cristianismo y el islam».

«La relación entre el islam y occidente no se puede reducir a las cruzadas, el Impero Otomano o la inmigración», advirtió, despejando juicios superficiales, y apeló al encuentro en temas concretos como la bioética y la pobreza.

El profesor Nanji pertenece a la rama minoritaria del Islam del ismaelismo, dentro del chiísmo (mientras la mayoría de los islámicos son sunníes). El Instituto que dirige fue fundado por su Alteza Karim Aga Khan IV. Para los Ismaelitas se trata el 49 imam descendiente de Mahoma.

El rector del PISAI, el padre Justo Lacunza Balda, resaltó los esfuerzos del profesor Nanji «para tender puentes con el mundo musulmán a través de sus cursos y publicaciones».

El padre Lacunza recordó que la misión del PISAI consiste en «promover el entendimiento, mejorar las relaciones y explorar caminos de interacción religiosa y cultural entre cristianos y musulmanes».

Esto no significa que no haya dificultades, como señaló el rector: «Somos plenamente conscientes de que estos nobles intentos son difíciles de explicar, arduos de seguir y difíciles de alcanzar».

«Esto es particularmente verdadero en estos tiempos de turbulencia política de tensiones culturales y de rivalidades religiosas», reconoció el padre Lacunza.

«Pero no desesperamos en nuestra empresa y no desfalleceremos en nuestro esfuerzo de todos los días por promover mejores relaciones ente musulmanes y cristianos, en un espíritu de libertad de pensamiento, de respeto mutuo y de la dignidad humana».

Azim Nanji fue el invitado a la Conferencia de la Fundación Bradley, que cada mes de mayo hospeda a un experto del mundo musulmán para hablar en la sede del Pontificio Instituto cuya administración la llevan los Misioneros de África, comúnmente conocidos como Padres Blancos.

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ZENIT Staff

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