Al dirigirse a los 2.000 polacos que se encontraban en la plaza de San Pedro con motivo de la audiencia general, el Santo Padre explicó que con en este segundo viaje internacional «recorreré los lugares de su vida y de su ministerio sacerdotal y episcopal».
Se trata, según confesó entre aplausos de los 35.000 presentes, de «un deseo que llevaba desde ha tiempo en el corazón» y dio gracias al Señor por esta «oportunidad».
Asimismo pidió oraciones y confío esta peregrinación apostólica a la Virgen, «tan venerada en Polonia».
«Que ella guíe mis pasos para que pueda confirmar en la fe a la querida comunidad católica polaca y alentarla para afrontar, con incisiva acción evangelizadora los desafíos actuales», dijo.
«Que María obtenga para toda la nación una nueva primavera de fe y de progreso civil, conservando siempre viva la memoria de mi gran predecesor», concluyó.
Del 25 al 28 de mayo, Benedicto XVI visitará Varsovia, Czestochowa, Cracovia, Wadowice, Kalwaria Zebrzydowska y Auschwitz.
Es su primer viaje internacional como Papa después de la visita a Alemania, en agosto pasado, con motivo de las Jornadas Mundiales de la Juventud.