CIUDAD DEL VATICANO/PALU, lunes, 25 septiembre 2006 (ZENIT.org).- Vivo pesar es el sentimiento en la Santa Sede por la ejecución de los tres católicos indonesios, por los cuales se pidió en repetidas ocasiones, en nombre del Santo Padre, clemencia.

Condenados a muerte en medio de procesos judiciales que suscitan serias dudas, el triple fusilamiento ocurrió a la 1.10 del viernes -hora local- en Palu (Indonesia).

Al día siguiente, la Sala de Prensa vaticana hizo público en un comunicado: «La Santa Sede ha tenido conocimiento con vivo pesar de la noticia de la ejecución de los señores Fabianus Tibo [60 años], Dominggus da Silva [42 años] y Marinus Riwu [48 años], considerados responsables de las violencias de Poso, en Indonesia, en 2000».

«Al respecto, la Secretaría de Estado [del Vaticano] intervino repetidamente ante las autoridades indonesias para pedir, en nombre del Santo Padre, un gesto de clemencia a favor de los tres condenados», prosigue el comunicado.

Informa de que, además del telegrama hecho público el pasado 12 de agosto [Zenit, 16 agosto 2006], el cardenal Angelo Sodano (entonces secretario de Estado), envió al Jefe de Estado de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, dos cartas, fechadas respectivamente el 5 de diciembre de 2005 y el 7 de marzo de 2006.

Igualmente «se dieron otros pasos a través de la Embajada de Indonesia ante la Santa Sede el 13 de diciembre de 2005, el 14 de febrero y el 20 de septiembre de 2006», confirma el comunicado.

«Situándose en un plano estrictamente humanitario, inspirado en la conocida postura de la Iglesia católica sobre la pena de muerte, y teniendo bien presentes las particularidades del doloroso caso, la Santa Sede, con sus intervenciones, ha intentado no desde hace poco contribuir a los esfuerzos a favor del proceso de reconciliación en Indonesia y a la tradicional pacífica convivencia entre los miembros de las distintas religiones, que se desea que siga caracterizando aquel gran país», concluye.

Recordó el sábado la agencia AsiaNews.it, del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras (PIME) que los tres católicos de Poso fueron juzgados responsables de una masacre de musulmanes ocurrida durante los enfrentamientos interreligiosos de Poso en el 2000, pero que el proceso que se llevó en su contra estuvo «caracterizado por fuertes presiones de los extremistas islámicos, por casos de intentos de corrupción y procedimientos ilegales», pues no se tuvieron en cuenta pruebas y testimonios a favor de los tres acusados.

Por aquellos sangrientos sucesos de Poso han sido procesadas unas 150 personas; de ellas, unas ochenta –sólo pocas de credo musulmán- están en la cárcel, todas con penas de reclusión no superiores a 15 años.

Este lunes «AsiaNews.it» anuncia que los familiares de los tres católicos ejecutados llevarán el caso ante la Corte Penal Internacional, denunciando al Estado indonesio «por haber actuado de manera tendenciosa contra ciudadanos inocentes, cuyas vidas en cambio había que proteger».

Así lo comunicó uno de los abogados que defendió a los fallecidos. Alexius M. Adu declara que tiene pruebas de que el triple fusilamiento ha sido un «homicidio de Estado». «Yakarta ha actuado contra la ley, violando los derechos humanos de estas personas, a las que ni siquiera se les han concedido funerales religiosos», apunta, según recoge la agencia del PIME.