CIUDAD DEL VATICANO, martes, 26 septiembre 2006 (ZENIT.org).- La televisión católica necesita hoy criterios empresariales sólidos para que pueda subsistir.
Es la idea que el sacerdote y periodista español José María Gil presentó este martes en la rueda de prensa ofrecida en el Vaticano sobre el Congreso Mundial de Televisiones Católicas (www.congresomundialtv.com), que tendrá lugar en Madrid del 10 al 12 de octubre de este año.
El doctor en comunicación y director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal Española explicó que el congreso, junto a esta cuestión, afrontará el desafío de la calidad de la televisión católica.
«Debemos romper el tópico, según el cual, la televisión católica es mediocre», dijo a los periodistas.
«Vamos a hacer una llamada al realismo», añadió. «Por una parte es necesario evitar que la fascinación ante el medio televisivo embarque a proyectos que duren sólo unos meses y no tengan continuidad».
«Por otra parte, es necesario que haya una organización empresarial, con los componentes de la publicidad y la esponsorización muy claros».
«El peligro también está en entidades católicas que poseen medios pero piensan que una televisión es un proyecto imposible: se va a insistir en el congreso en la viabilidad desde un punto de vista empresarial», recalcó.
En este sentido, el presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, monseñor John P. Foley, aseguró que es necesario «estar presentes en los programas televisivos generales y también tener los propios, pues son complementarios».
Además, aclaró, la publicidad, si se atiene a criterios morales, puede constituir un medio para el sustento de estos medios de evangelización.
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Sep 26, 2006 00:00