CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 10 enero 2007 (ZENIT.org).- En estos momentos difíciles por los que atraviesa la Iglesia católica en Polonia, tras la renuncia al gobierno pastoral de la archidiócesis de Varsovia, Benedicto XVI hizo este miércoles un llamado a que mantenga la unidad en la fe y el amor a Cristo.
Al final de la audiencia general, el Papa hizo este llamamiento en su idioma a los peregrinos polacos congregados en el Aula Pablo VI del Vaticano.
No hizo referencia explícita al caso de monseñor Stanislaw Wielgus, quien reconoció haber colaborado con los servicios secretos comunistas, pero su llamamiento fue apremiante.
Haciendo referencia al tema de su intervención de esa audiencia, dedicada a san Esteban, explicó que la vida del primer mártir de la Iglesia «da ejemplo de fe, de amor total al servicio de los hermanos, de evangélica sabiduría y de valentía en el testimonio de Cristo».
«Que la fe, el amor y la sabiduría unan a todos los creyentes de Polonia», deseó el Santo Padre.
En declaraciones a «Radio Vaticano» este martes, el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, recordó que la Iglesia en Polonia es una «Iglesia viva, una Iglesia valiente», «fiel», «aunque ha vivido momentos de incertidumbre, incluso momentos de compromiso en los que fue víctima».
Refiriéndose a la situación que se ha creado en torno a monseñor Wielgus, el cardenal Bertone recordó que Polonia «ha sufrido durante toda la historia por los extremismos opuestos y por los regímenes opuestos que la han martirizado. Hoy seguimos viendo las huellas».