CARACAS, miércoles, 17 enero 2007 (ZENIT.org).- El arzobispo de Coro, Venezuela, y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Roberto Luckert, hizo pública su preocupación ante el miedo colectivo que grupos de la sociedad empiezan a mostrar ante las acciones del gobierno de Hugo Chávez.
En declaraciones difundidas por «Unión Radio», el arzobispo también defendió el derecho de los obispos a opinar sobre aquellos aspectos que considere necesarios.
«La línea de trabajo de este gobierno es meterle miedo al pueblo venezolano. Allí están las esposas de los presos políticos intentando buscar firmas para una ley de amnistía y ellas nos confiesan que nadie quiere firmar porque tienen miedo, que si firman pierden el trabajo, ese es parte del sistema. Así como Fidel se impuso por la vía de la crueldad, aquí nos están acorralando con el temor y miedo», lamentó monseñor Luckert.
En este sentido, llamó a los dirigentes de la oposición a conversar sobre estos temas con la gente. «Pareciera que nos quieren acorralar, así como acorralaron a los medios de comunicación, a los colegios profesionales, a los sindicatos, a los empresarios, la línea es callarnos y meternos miedo y eso nos llevaría al silencio y sería lo más perturbador e ignominioso que nos pueda pasar en el país, que por silencio y cobardía todos nos callemos», añadió.
El arzobispo también explicó que la Iglesia defiende la libertad de expresión y los obispos tienen la obligación de «denunciar lo que va a venir en este país, aquí lo que nos quieren poner es una copia al carbón de la línea comunicacional que tienen en Cuba».