Según un comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede emitido este sábado, se trata de los cardenales:
–Wilfrid Fox Napier, arzobispo de Durban (Suáfrica);
–Juan Luis Cipriani Thorne, arzobispo de Lima (Perú);
–Anthony Olubunmi Okogie, arzobispo de Lagos (Nigeria);
–Eusébio Oscar Scheid, arzobispo San Sebastían de Río de Janeiro (Brasil);
–George Pell, arzobispo de Sidney (Australia);
–Marc Ouellet, arzobispo de Quebec (Canadá);
–Gaudencio B. Rosales, arzobispo de Manila (Filipinas);
–Nicholas Cheong Jinsuk, arzobispo de Seúl (Corea).
El Consejo de Cardenales para el estudio de las cuestiones organizativas y económicas de la Sede Apostólica consta de quince cardenales, todos ellos obispos de Iglesias particulares de las diversas partes del orbe, nombrados por el Papa para un quinquenio.
La asamblea de estos cardenales, según explica la constitución apostólica «Pastor Bonus» de Juan Pablo II (números 24 y 25), la convoca el cardenal Secretario de Estado, ordinariamente dos veces al año, «para estudiar las cuestiones económicas y organizativas relativas a la administración de la Santa Sede, con la ayuda, si fuere necesario, de peritos en lo materia».
«Examina también la actividad del peculiar instituto erigido y con sede en el Estado de la Ciudad del Vaticano, con el fin de custodiar y administrar el dinero destinado a obras de religión y caridad. Este instituto se rige por una ley peculiar», afirma la constitución que reglamenta la Santa Sede desde 1988.