CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 4 febrero 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha enviado un mensaje para exigir que la violencia no manche al mundo del deporte.
El llamamiento del pontífice forma parte del telegrama de pésame que ha enviado a través del cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, al arzobispo Salvatore Gristina, de Catania (Italia), con motivo del asesinato del inspector de policía italiano Filippo Raciti, de 38 años, casado y con dos hijos.
El agente de la unidad móvil de la Policía de Catania resultó muerto al concluir el partido de fútbol Catania-Palermo de la Serie A italiana el 2 de febrero.
El mensaje del Papa resonó en las exequias que el arzobispo Gristina presidió en la mañana de este lunes por el inspector fallecido.
El pontífice, ante todo, manifiesta «su cercanía espiritual a la esposa y los hijos de la víctima, así como a los heridos y a la policía de estado que se empeña, con otras fuerzas del orden, a mantener la seguridad de los ciudadanos».
El obispo de Roma, «mientras reafirma su firme condena por todo gesto de violencia que manche el mundo del fútbol –continúa la misiva–, exhorta a sus protagonistas a promover con mayor determinación un espíritu de legalidad, favoreciendo la lealtad, la solidaridad y la competición sana».
«Su Santidad eleva, con esos deseos, fervientes oraciones de sufragio por el fiel servidor del Estado y al mismo tiempo que invoca el consuelo celestial para sus familiares, sus colegas y todos los afectados por un luto tan dramático, envía la consoladora bendición apostólica, que hace extensiva a los presentes en el rito fúnebre».
